La actualidad de A Coruña vista a través de los ojos de Merin Gregory, de Nuevo México, un estudiante de español y periodismo.
Soy del oeste de los Estados Unidos, por esto no hay un mar ni faros. Sin embargo, hay estructuras que son muy antiguas de los indios, edificios de lodo y palos.
En mi pueblo hay un campamento grande en el que la gente vivía de forma pacífica (salvo una guerra con el imperio Español) continuamente hace mil años; la Torre de Hércules es más o menos el doble de esta edad y me encanta imaginar las historias que pasaron allá.
La diferencia en forma y propósito de los dos es muy interesante, una se utilizaba para refugio y, la otra, una señal de tierra, una esperanza después de meses en el mar.
También por el mar, más gente podía visitarlo usando barcos. Más culturas y civilizaciones tenían conexiones con la Torre.
Un marinero de agua dulce como yo puede disfrutar la brisa del aire fresca y el sonido de las olas.