Se han especializado los vecinos de las Casas de Franco en hacerse oír. Así, después de cortar la ronda de Outeiro el pasado 16 de febrero y de hacer cambiar de idea al Ayuntamiento sobre su plan de humanización para la zona, la maquinaria reivindicativa sigue activa. El pasado viernes presentaron vía registro 628 nuevas firmas de apoyo a sus protestas: no al llamado muro de separación, no a la pérdida de una veintena de plazas de aparcamiento, no a la retirada de contenedores y no a lo que entienden una pérdida de accesos para vehículos de emergencias. Y contra todo eso volverán a protestar el jueves en el pleno municipal y el lunes día 11 otra vez en la ronda de Outeiro.
Si bien la reunión mantenida con los representantes municipales el pasado día 22 acercó las posturas, al recoger la concejalía de Urbanismo buena parte de las peticiones vecinales, no existe todavía una modificación del proyecto. Además, los vecinos afirman que la separación vía muro, sea éste de un metro y medio o de 75 centímetros, es “innegociable”.
Además, una de las portavoces de los afectados, Pilar Castro, afirma que las protestas no cesarán hasta lograr su objetivo: “Los vecinos estamos unidos y tendrán que hacer caso a nuestras reivindicaciones, porque decimos que no al gueto y que no a aislarnos”. Por otra parte, también han puesto en marcha un informe de accesibilidad para analizar la problemática que afrontarían tanto los servicios de emergencia en caso de tener que operar en la zona. En total son ya más de 1.100 los apoyos registrados y presentados en el Ayuntamiento.