El muro de las Casas de Franco de A Coruña se reducirá al menos a la mitad

El muro de las Casas de Franco de A Coruña se reducirá al menos a la mitad
Los vecinos escuchan atentamente a Francisco Díaz Gallego | AAVV O Ventorrillo

Solamente seis días después de cortar la ronda de Outeiro y reunir a más de un centenar de personas en su protesta, los vecinos de las Casas de Franco han logrado su primera conquista respecto al proyecto de humanización diseñado y ejecutado por el Ayuntamiento. Y es que el Gobierno municipal acudió a la reunión convocada por la asociación vecinal de O Ventorrillo, que ejerció de órgano mediador, y presentó varias modificaciones al proyecto inicial que atienden parte de las quejas de los inquilinos. 


El concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, acudió al encuentro junto a uno de sus técnicos y asesores, José María Castrillo. Durante más de hora y media el Gobierno municipal y los residentes en las Casas de Franco justificaron dos posturas que comenzaron tremendamente alejadas en lo que al concepto de la obra se refiere, pero que poco a poco y con la cordialidad por bandera en la mayoría de exposiciones, fue acercándose a una especie de acuerdo de mínimos. 


Principal escollo 

Uno de los cánticos estrella en la protesta del pasado viernes fue ‘No más muros’, en referencia a la construcción de metro y medio de alto que debía mediar entre la ronda de Outeiro y los portales. Según los inquilinos de las más de 140 viviendas, dividas entre los portales 257 y 261, eso convertía sus casas en protagonistas de una especie de gueto y, por ende, de un foco de criminalidad. Metafóricamente, el Ayuntamiento parece haber entendido que la labor de un Gobierno municipal está también en derribar los muros entre representantes y representados, por lo que ha dado su brazo, o su muro en este caso, a torcer: la construcción será, según compromiso, de 76 centímetros, exactamente la mitad. 


Esa nueva medida queda desglosada en 36 centímetros para la altura de las escaleras de acceso y otros 40 como apoyo para los bancos. No obstante, en este punto los vecinos discrepan todavía y piden la eliminación total de cualquier barrera, a lo que el Ayuntamiento responde con la necesidad de crear una pantalla acústica. 


No fue el muro y su rebaja la única de las conquistas con las que los vecinos volvieron a sus casas: habrá un par de rampas de acceso a los portales, mientras que el problema que se había detectado para el depósito de residuos se solucionará con la instalación de un contenedor. Además, se abrirá un paso de emergencia para vehículos especiales, toda vez que en la zona viven personas con movilidad reducida.


Las modificaciones serán planteadas por la concejalía a los arquitectos y se establecerá un nuevo plazo para la finalización de las obras. 

El muro de las Casas de Franco de A Coruña se reducirá al menos a la mitad

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