Los vecinos de Os Castros siempre han estado relacionados con la Medusa. Su construcción, llevada a cabo por Naturgy en 2007, fue motivada por los años de protestas de los residentes de este barrio, hartos de las nubes de polvos de carbón que se levantaban cada vez que se descargaba el mineral en los muelles de San Diego. Ahora, desde la Asociación de Vecinos Oza-Gaiteira-Os Castros quieren ser escuchados una vez más y proponen hacer uso cívico de la estructura localizada en el muelle del Centenario.
“A reivindicación do uso cívico da Medusa é unha reivindicación do noso colectivo veciñal desde a súa construcción. A Medusa consta en diversos escritos e alegacións (Plan Especial do Porto, Plan de construcción do Centenario, etc), o derradeiro de eles, as alegacións do noso colectivo al PXOU”, aseguran desde la entidad vecinal.
Con esta premisa la asociación de vecinos plantea ligar el carácter portuario de la zona y el uso de la instalación con el carácter del barrio, que creció históricamente gracias al desarrollo de las actividades pesqueras e industriales de la ciudad. Así, los vecinos de este distrito recuperan la idea de instalar un museo de actividades pesqueras, industriales y comerciales portuarias. Este podría contar, según reflejan en un comunicado, con un espacio dedicado al mismo, una biblioteca especializada y una zona de actividades relacionadas con su uso. Sobre su financiación, exponen que podría correr a cargo de Naturgy, con la colaboración del Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria.
Esta semana se dio a conocer que la Medusa dirá adiós después de quince años y que no se reubicará en otra localización de la ciudad. Por ello, el colectivo vecinal defiende que esta cúpula cobre una nueva vida.
La alcaldesa, Inés Rey, aseguró que, tras valorar la posibilidad de una nueva ubicación, un informe técnico concluyó que no es viable, ya que la chapa que recubre su superficie no sería reutilizable, aunque sí su estructura metálica, pero habría que restaurar cada una de sus piezas.
Todo ello elevaría su coste a 6,4 millones de euros, “más de lo que costaría construir una nueva Medusa”, reconoció la regidora, para apostillar que se trata de un “coste desorbitado para las arcas municipales”. Esta afirmación coincidió con la concesión de la licencia de obras a Naturgy, que desmontará el almacén de carbón del muelle. La compañía no hace uso de esta instalación desde hace tres años, cuando cesó la actividad de Meirama.