Los vecinos de Os Mallos, en alerta por nuevos allanamientos en el barrio

La Policía Local y los Bomberos acudieron en los últimos días a la calle Noia por una puerta reventada
Los vecinos de Os Mallos, en alerta por nuevos allanamientos en el barrio
Puerta precintada y asegurada en el bajo del número 28 de la calle Asturias | Quintana

La tranquilidad actual en Os Mallos se ha visto interrumpida esta semana por nuevos intentos de allanamiento en locales o edificios abandonados en el barrio. El último incidente visible se dio en un inmueble conocido por todos los vecinos, el número 28 de la calle Asturias, en la esquina con la calle Noia. El 3 de diciembre de 2021, este edificio, por aquel entonces okupado, sufrió un incendio en la quinta planta, tan solo unos días después de que el tercer piso se viese afectado por otro fuego. Semanas después, el portal y las ventanas del primer piso fueron tapiadas, pero este viernes la puerta del bajo comercial que se ubica en este bloque apareció reventada. 


En un vídeo que los residentes del barrio tienen en su poder se puede ver cómo el acceso fue forzado, con rotura de cadena metálica incluida. La puerta de este bajo permaneció abierta toda la jornada del viernes, hasta que la Policía Local, alertada por los vecinos, acudió al lugar y precintó el acceso. Lo mismo hicieron los Bomberos, que apuntalaron un tablón para evitar allanamientos. Esto ha provocado, como asegura José Roble, de la Plataforma Veciñal Os Mallos, una alerta vecinal, ya que “han estado intentando entrar en varios edificios abandonados de otras calles”. 


De momento, tal y como añade Pili Neira, de la misma entidad de vecinos, se trata de casos aislados y la tranquilidad prevalece en la zona. Esta semana, por ejemplo, una residente del barrio sufrió el robo de 600 euros a la salida de un cajero y, en cuanto a la okupación, señala que “la Policía, una vez fue avisada, respondió con rapidez. Estamos en contacto permanente con la Policía Nacional y Local y actúan cuando les llamamos”. Esta semana, relata Neira, los agentes intervinieron en el punto de venta de droga que más problemas creaba en el barrio, situado en la calle Vizcaya, a la altura con Sofía Casanova.

 

Anteriores experiencias


Este barrio ha vivido varios episodios en los que un simple local abandonado se ha convertido en el epicentro de toda clase de molestias o incluso de delitos, como una antigua sede bancaria en Diego Delicado en 2021, el cierre de un local de oficio en Francisco Catoira, después de una pelea de okupas o una panadería en Mariana Pineda. En noviembre, el número 20 de la calle río Traba suscitó alarma entre los vecinos por un caso de, presuntamente, okupación. 


Sin embargo, los okupas resultaron ser una pareja que vive con un perro, y que negó tener nada que ver con el tráfico de drogas. Para los vecinos de Os Mallos, muy escarmentados ya por anteriores experiencias, todo eran sospechas. A día de hoy, pese a estos casos “aislados”, el barrio parece vivir con mayor serenidad y así lo afirman sus vecinos en la actualidad. Todo ello aunque a veces se produzcan incidentes que lleven a pensar que aumenta la criminalidad en la zona, como dos peleas entre grupos en menos de 24 horas en Ramón Cabanillas, que tuvieron lugar a mediados de febrero. 

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