Presidida por el arzobispo Francisco José Prieto Fernández, entre rezos, la música de la Agrupación Virgen del Carmen de Ferrol y rostros de emoción, la procesión de la Virgen de los Dolores abrió la Semana Santa de A Coruña. La ciudadanía volvió a echarse a la calle exhibiendo su veneración por esta imagen de ‘alma coruñesa’, a la que cientos de devotos acompañaron, con velas y en silencio, durante todo su recorrido por A Pescadería (Bailén, Riego de Agua, Luchana, La Marina, Obelisco y calle Real) desde la Parroquia de San Nicolás.
Antes, en la misma iglesia, se celebró una misa y se rezó la Corona de los Siete Dolores.
Cuentan las crónicas que durante la crisis del cólera, que causó miles de muertos en la ciudad, A Coruña se encomendó a la Madre Dolorosa. Una intercesión que permitió salvar a muchos y que los coruñeses siguen agradeciendo 170 años después, fieles a una tradición que transmiten de padres a hijos alrededor del templo de San Nicolás.
Organizada por la Venerable y Real Congregación del Divino Espíritu Santo y María Santísima de los Dolores, esta procesión volvió a marcar la apertura de las celebraciones, que se reanudarán mañana con la salida de La Borriquilla, a las 11.00 horas desde los Padres Capuchinos, en Federico Tapia, hasta la plaza de Vigo, donde se llevará a cabo la Bendición de Ramos. El recorrido contarán con el acompañamiento de la agrupación musical San Andrés Apóstol de Astorga.