A las cinco de la tarde, una explosión provocada por una voladura hizo caer un peñasco en la calle de Luis Pita. La piedra, de varias toneladas, se llevó por delante una valla metálica antes de detenerse sobre el asfalto.
Se trata de un callejón sin salida, cerca de la rotonda de A Pasaxe, que solo presta servicio a los vecinos de tres bloques que forman una urbanización. Estos llevan meses soportando los inconvenientes de la obra, sobre todo de las voladuras necesarias para quebrar el lecho de roca. Muchos han presentado reclamaciones. "Están toda la mañana petardeando y parte de la tarde, y son unos petardos potentísimos", se quejan.
Señalan que, además de las reverberaciones, tienen que soportar episodios de turbidez, incluso en la piscina, por los efectos que provoca en las conducciones, por lo que se han quejado a Emalcsa. No hay que olvidar que, en julio del año pasado, las obras de desmonte rompieron una tubería y generaron una impresionante catarata que fue a parar a Alfonso Molina. ue la rotura de la tubería se debía a unas obras de desmonte.