Los mercados municipales ya tienen otro color. El rojo inundó hoy los puestos de pescados y mariscos con la llegada de las primeras centollas de la campaña, que se prolongará hasta el inicio de la veda de 2023, cuya fecha fija la Xunta. El temporal no frustró la llegada de este crustáceo a la Lonja de A Coruña, pero sí su cantidad, que fue menor que otros años.
Se subastaron 3.300 kilos de este marisco, 500 menos de los que llegaron al muro en el primer día de la campaña del año pasado. Su precio dependió del tamaño de los ejemplares, oscilando desde los tres hasta los 21 euros el kilo.
En los mercados, los placeros no ocultaban su alegría por tener los puestos llenos de las preciadas centollas.
Pero debido a las condiciones climatológicas adversas, sí que percibieron que las descargas fueron menores y que su precio subió en comparación con otros años. “Vinieron pocos barcos de Laxe y Finisterre, por lo que casi todo es de O Grove”, comentaban desde el puesto Son do Mar, en la plaza de Lugo, donde el kilo ascendía a 28 euros, “un poco más caro que en otras ocasiones debido al temporal”.
En Mariscos Abad señalaron que el kilo ronda los cinco euros más de lo normal, estando las pequeñas a dieciocho euros y las grandes a 27. Por los demás puestos del mercado el valor dependía del tamaño. Eso sí, todos dejaron claro que su calidad es muy buena. “Vienen llenas”, dicen desde Mariscos Mari Carmen Parga. De cara al fin de semana, las expectativas son positivas y se espera que las ventas aumenten en comparación con la jornada de ayer.
El Gobierno autonómico también autoriza desde este lunes la captura del buey, en este caso en todo el litoral de la comunidad, por lo que la flota dedicada a la pesca de esta especie podrá retomar su actividad según lo establecido en el decreto de artes y aparatos.