La última reclamación vía registro de los vecinos de Los Rosales escapa a lo que podría considerarse una cuestión de barrio para convertirse en otra de interés general. Y es que, bajo la referencia 47486 ha entrado en las oficinas del Ayuntamiento una petición para la mejora del firme del Paseo Marítimo, en el tramo que une el ascensor del monte de San Pedro y la escultura del pulpo con la base de O Portiño. 

Según la Asociación Vecinal, Cultural y Deportiva de Los Rosales, remitente y firmante de la queja, es necesario “el relleno entre las losas de gran tamaño del suelo del Paseo con el material más adecuado para que sea liso y uniforme, evitando los surcos en ocasiones anchos y profundos existentes entre losa y losa”. Se trata de una cuestión de seguridad vial y los residentes en Los Rosales se han erigido en portavoces del conjunto de la ciudadanía para la previsión de accidentes. “Con ello se evitan caídas, torceduras de tobillos y que puedan ir sillas de ruedas y cochecitos de bebés, sin el traqueteo constante que sufren hoy en día”, reza la comunicación hecha pública a través de las redes sociales. 

Lo cierto es que la iniciativa tomada por los residentes de Los Rosales no es fruto de una cadena de incidencias, sino de un malestar creciente que ha llegado al ente vecinal de manera constante a lo largo de los últimos meses. “Es algo que nos vienen sugiriendo desde hace tiempo y ahora sabemos que la manera más efectiva de que nos hagan caso es la solicitud vía registro con publicación a través de las redes sociales”, reconocen fuentes de la directiva, que han recibido respuesta municipal con una previsión de estudio al respecto.

Causas

Las particularidades del subsuelo hacen que la modificación del mismo no sea una simple labor de relleno. Fuentes municipales afirman que “se estudiará la posibilidad de rellenar con tierra, siempre que no dificulte el desagüe”. Y es que el diseño original incluyó canales de drenaje bajo el hormigón.

La zona en cuestión, en la que existen subidas con elevaciones pronunciadas y bajadas que dirigen hacia O Portiño, está formada por un pavimento reconocible y diferenciada del resto del paseo marítimo más largo del mundo, inaugurado en julio de 1992. Se trata de un firme rugoso, en el que el paso de los años, desde la apertura de este tramo en 2011, provoca que existan ya ‘brotes verdes’ en el espacio existente entre placa y placa.

Las diferentes fases y actuaciones sobre uno de los grandes orgullosos de todos los coruñeses, así como una de las fotos más exportadas de la ciudad, son reconocibles con un paseo de punta a punta: a la izquierda de la Coraza los vecinos piden evitar accidentes. A la derecha, donde las farolas rojas, el carril runner y el carril bici original, el Ayuntamiento lleva a cabo trabajos para la humanización del tramo entre el dique de abrigo y el cementerio de San Amaro. Se trata de 3,1 millones de euros cofinanciados con fondos europeos Feder. En esa renovación de 1.500 metros de paseo, además de enterrar carriles del tranvía, actualizar el carril bici o la incorporación de 7.000 metros cuadrados de zonas ajardinadas, también está prevista la sustitución del pavimento.