Con los pulmones a punto de estallar, tras permanecer décadas bajo el agua de la indiferencia y el olvido, el patrimonio arquitectónico de la comarca mariñana comienza, poco a poco, a recuperar el aliento. ¡Ha costado! En concreto, 1.350.000 euros. Ese es el montante total del presupuesto de las obras de rehabilitación de tres emblemáticos edificios situados en lugares de privilegio de Culleredo, Cesuras y Betanzos.
Tres inmuebles que por diversos motivos permanecieron ‘perdidos’ para la sociedad en los que solo por la vegetación o la presencia de despistados había señales de alguna forma de vida. Se trata, en resumen, de la casa de los peones camineros de Acea de Ama, del Convento das Donas en As Cascas y del sanatorio del parque de O Paraxón. Obra está última del afamado arquitecto coruñés González Villar, autor entre otros del Kiosko Alfonso.
La coincidencia quiso que los trabajos de recuperación en todos comenzasen el año pasado (un cartel informativo de la Xunta apunta que en Cesuras comenzaron un año antes) y en ninguno han finalizado. Los tres permanecen tras vallas metálicas con las que se trata de impedir el paso a todo aquel que nada tiene que ver con la reforma pero eso no supone un obstáculo para comprobar que los ‘pacientes’ evolucionan favorablemente.
El Gobierno local, que preside José Ramón Rioboo, destinará la casa de los peones camineros a centro de interpretación del Camino Inglés. Se trata de una edificación cuasi centenaria y la reforma tiene como objetivo conservar la memoria de las sendas y caminos tradicionales.
El presupuesto superó los 400.000 euros y los trabajos, en un principio, los asumió un taller de empleo participado por los ayuntamientos cullerdense y coruñés en el que participaron un total de veinte alumnos.
El convento de As Donas, considerado el inmueble más antiguo de la ciudad brigantina, se convertirá en un centro sociocultural, con dos salas de uso múltiple para el disfrute, entre otros, de los vecinos de As Cascas.
El proyecto de mejora cuenta con la colaboración económica de la Diputación y el montante de la misma asciende a 372.000 euros. Los redactores del proyecto se inclinaron por conservar todos los vestigios del edificio conventual.
El edificio modernista proyectado en la década de los veinte por González Villar para dar acogida a pacientes de tuberculosis, en el lugar de O Paraxón, y que nunca llegó a finalizarse se destinará a usos turísticos.
La Xunta, que aportó más de medio millón de euros para la rehabilitación, indica que el inmueble se enclava en una zona de la Reserva da Biosfera de gran valor paisajístico. l