El innovador sistema de ultrasonidos que el Ayuntamiento de Arteixo comenzó a usar el pasado abril en el embalse de Sabón ha logrado reducir a menos de la mitad las algas de la zona. Así lo confirma el Ayuntamiento, que presume de un tratamiento “pionero en España”.

Tras varios meses en funcionamiento, los operarios han corroborado una bajada en los niveles de clorofila –que indica el volumen de algas– de las aguas. Esta actuación se enmarca dentro del proyecto para usar el agua de Sabón en el abastecimiento municipal, que ha llevado a construir un nuevo depósito de agua en el polígono –junto al ya existente– y una potabilizadora, la cual se espera empezar a probar en tres meses, sostiene el Ejecutivo de Carlos Calvelo.

Arteixo dedica una inversión de alrededor de 1,5 millones a la potabilizadora y 409.000 euros al depósito, con el objetivo de que el agua de Sabón, “que ahora no sirve para consumo humano, sea potable y se aseguren las necesidades futuras del municipio”, comenta el alcalde.

El municipio –no solo su población sino infraestructuras como el Puerto Exterior o el propio parque industrial de Sabón– tendrá, con esta inversión, el consumo asegurado para décadas, señala el Ayuntamiento, que recuerda que la inversión en la potabilizadora incluye el tratamiento para reducir las algas y también un filtrado del agua.

El nuevo depósito tiene una capacidad de 4.000 metros cúbicos y se ubica junto al antiguo, también en uso, que abarca 20.000 metros cúbicos. Ambos contenedores están junto a la playa de Alba y se compatibilizarán “según las necesidades”.