Los niños no se saben su dirección

Los niños no se saben su dirección

Fragmento de conversación real en el camino de vuelta a la salida del colegio: “Tienes que saber dónde vives para poder decírselo al guardia si te pierdes”. “Abuelo, nadie lo sabe”. Y con esta contundencia y un meneo de su cabecita rizada, la criatura siguió caminando sin tener la más remota idea de en qué calle está su casa. Igual hay que volver a la tarjeta enganchada a la ropa con un imperdible.

Los niños no se saben su dirección

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