Después de más de seis decenios de oscuridad y tres de insistencia, a los que se sumaron los casi ochenta meses que se necesitaron para completar su reconstrucción, el Centro de Instrucción y Recreo Bergondo y sus Contornos reanudó en 2007 su actividad cultural, social y educativa como colofón a una odisea con la que se consumó la Transición en la ‘Xoia das Mariñas’.
Unas instalaciones que encaran una segunda intervención para convertir este entorno en espacio deportivo y de ocio para todo el municipio con una inversión de casi 750.000 euros que permitirá aumentar la actual oferta de equipamientos, como área de esparcimiento para la ciudadanía y como complemento para el CPI Cruz do Sar.
Lo que será el auditorio, que contará con 300 asientos, puede apreciarse en medio de las valladas y el material de obra, y en unos meses, se construirán una pista de atletismo de 160 metros y cinco calles dotada de un graderío con capacidad para 490 espectadores, otra polideportiva con césped artificial, un área de calistenia, otras infantil con zona cubierta con una zona cubierta, un recorrido de equilibrio para niños, varias mesas de picnic y elementos para estacionar bicicletas, detallaron desde Bergondo.
Además, se adecuará el entorno, donde se ordenará el aparcamiento, se ampliarán los servicios y se creará una nueva entrada para A Senra.
“La escuela es la que realizará la ansiada transformación de Galicia”. Este era uno de los argumentos esgrimidos por la emigración para impulsar la construcción de centros de instrucción y recreo que, más de cien años después, siguen aportando conocimiento a municipios como Bergondo, donde su herencia sigue activa, cumpliendo lo marcado por los emigrantes en la ciudad de Nueva York. Aquellos que, hace casi un siglo, acordaron aportar cincuenta dólares por socio, los equivalentes al salario de un mes en plena crisis económica, en vísperas del ‘Crack del 29’.
Así, entre 1924, cuando se crea la entidad, y 1936, el año en que se inaugura A Senra en medio de una celebración a la que asisten vecinos casi desde cada núcleo, la Sociedad de Instrucción y Recreo de Bergondo y sus Contornos dirige casi todos sus recursos a construir el inmueble, en un solar adquirido por 15.000 pesetas, a las que sumarán las 70.000 que costaron las obras del centro, abierto seis días antes del estallido de la Guerra Civil.
La incautación, el día 14 de julio de 1937, trunca el sueño de los ‘americanos’, cuya descendencia todavía se pregunta por qué desde algún rincón de los Estados Unidos.