Oleiros y Betanzos celebraron esta noche sendas sesiones ordinaria y extraordinaria para abordar, entre otras cuestiones, la subida de tasas e impuestos municipales, aunque con resultado radicalmente opuesto, ya que mientras García Seoane impuso su mayoría para sacar adelante cada uno de los aumentos a pesar de las críticas de la oposición, el Gobierno de María Barral no consiguió aprobar su propuesta de actualización de las ordenanzas fiscales sobre Bienes Inmuebles (IBI) y sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Las dos estarían obligatoriamente incluidas en el plan de ajuste marcado desde Hacienda.

La situación en minoría de los socialistas, unida a la abstención de los nacionalistas y el rechazo del PP y de los dos ediles no adscritos tumbaron el denominado Plan de Axuste de Pago a Proveedores 2024, al que el ministerio adhirió obligatoriamente y de oficio al Ayuntamiento de Betanzos. Tras el rechazo del pleno se desconoce qué pasos se darán por parte de la Administración del Estado, pero el BNG, que apoyó la investidura de Barral como alcaldesa sin entrar a formar parte del Gobierno de Betanzos, ya advirtió de las consecuencias, si bien sus representantes incidieron en que “non imos permitir que se minta á veciñanza” y que “todo isto é responsabilidade do desastre de xestión económica do PSOE”, expuso la portavoz nacionalista, Amelia Sánchez Pérez.

En este sentido, desde el BNG aseguraron que su abstención responde a motivos de responsabilidad, pero “non nos imos facer responsábeis da situación económica en que o Goberno do PSOE sumiu ao Concello de Betanzos”. Así, se presentaron como “a alternativa” frente a un PSOE “que é incapaz de corrixir a súa xestión e admitir a situación con clareza e o PP de canto peor mellor”, expuso Sánchez.

En Oleiros, a pesar de los reproches, de las acusaciones de PP y PSOE, y del BNG en algunos de los puntos, se impuso la mayoría de Alternativa dos Veciños.

Los conservadores cuestionaron la ausencia de determinados informes técnicos, lo que la edil María José Varela, negó rotundamente, y los socialistas hablaron de un “ataco a mano alzada” por parte del Gobierno de Seoane.

Esta expresión enfadó considerablemente al alcalde, que noi dudó en colar a José Luis Ábalos en el debate de Oleiros.

Los socialistas vincularon los incrementos aprobados a la necesidad de afrontar “o capricho do alcalde”, en relación al auditorio de Bastiagueiro. Unas acusaciones que, una vez más, rechazó de plano García Seoane.