Enza di Piazza | “En la campaña de Navidad mis jornadas no bajan de 16 horas, pero a mí me encanta esto”

Esta italocambresa, nacida en Inglaterra, gestiona una repostería en Cambre desde 2013
Enza di Piazza | “En la campaña de Navidad mis jornadas no bajan de 16 horas, pero a mí me encanta esto”
La empresaria Enza di Piazza, en su obrador de Cambre | QUINTANA

El obrador de la repostera Enza di Piazza, en Lamiño (Cambre), vive días frenéticos tanto en sus cocinas como en el exterior del recinto, donde las largas colas se combinan con niños posando y jugando en la impresionante decoración navideña. Di Piazza, nacida en Surrey (Gran Bretaña) de padre italiano y madre cambresa, es el ejemplo de que de una crisis puede surgir una oportunidad y de que el éxito no llega con suerte sino con talento, tesón e infinitas horas de trabajo.

 

¿Cuánto duran sus jornadas laborales estos días? 
Trabajamos mucho, pero el personal hace sus horas de siempre. Eso es sagrado y lo tenemos muy organizado para cumplirlo. Mis jornadas no bajan de 16, 18 horas en Navidad, pero es que yo vivo aquí y ayer, por ejemplo, no me dormía y bajé al obrador. A mí me encanta lo que hago. En temporada baja suelo hacer unas doce horas, me levanto a las cuatro de la mañana.

¿Qué volumen de postres despacha cada Navidad? 
Miles de postres, porque hay tartas grandes, pequeñas, milhojas, bizcochos, miniaturas, brownies... la estrella de las fiestas es la milhoja, todos los años va in crescendo, especialmente en formato abeto. En un día de Nochebuena se pueden vender 400 abetos tranquilamente y en toda la campaña superamos los mil encargos. En un año normal también hacemos unas 350 bodas, o sea, alrededor de 40.000 postres.

 

¿Contrata personal para estas fechas navideñas? 
No, yo necesito que mi gente sepa lo que hacer. Ahora mismo tengo un equipo profesional, trabajador y muy competente. Somos nueve personas y sabemos que estos días son de mucho, mucho trabajo, pero nos organizamos previamente y lo que se puede ir haciendo días antes, lo vamos adelantando. La galletería, por ejemplo, que sale mucho, se hace toda antes de Navidad porque se conserva muy bien. Y también algunos postres ingleses que están funcionando, como los ‘mince pies’ o  el ‘fruit cake’, una especie de queique con muchas frutas y azúcar de caña.

 

Aquí mezcla todas sus raíces: Inglaterra, Italia y Galicia. 
Pero siempre adaptándome a la gente, parece que no pero seguimos siendo muy tradicionales. La milhoja triunfa y en su día hacíamos el roscón de Reyes, pero tuvimos que descartarlo porque entre el tiempo que llevaba hacerlo y el volumen de encargos era imposible satisfacer la demanda y yo no quería dejar a nadie sin roscón. Ahora ya estoy pensando en el próximo año y traeremos novedades: más hojaldre, nuevas milhojas... Tienes que adelantarte un poco para sorprender, pero buscamos dulces sencillos y sin mucho azúcar. Que no se enmascaren los sabores. También queremos centrarnos en la tienda online.

 

¿Cómo fueron los comienzos? 
Pues empezamos mi marido, Nico, y yo solos, y más tarde empezaron mis hijos, Lucía y Dani. Esto fue un sueño que yo tuve desde niña, mis dos últimos años de estudios en Inglaterra fueron de cocina y repostería. Después, en el 84, vinimos a vivir a Cambre y mis padres montaron aquí la Panadería Italiana. Yo hacía la parte de los dulces pero cuando me casé me alejé de este mundo y montamos una empresa de carpintería en el 88. Cuando llegó la crisis de 2008 nos fulminó y acabamos en un concurso de acreedores. En 2013 nos vimos sin trabajo, en una edad laboral complicada y con dos niños relativamente pequeños. Pensé ‘Enza, ¿qué sabes hacer?’, y montamos esto. Ahora somos una pequeña familia de nueve empleados y todos están implicadísimos porque les gusta su trabajo. A lo largo del año cada uno tiene una tarea: unos montan, otros hacen cremas, otros controlamos las masas o el horno. En esta época del año todo se modifica en función de cada día pero todo el mundo sabe su papel y está muy concentrado, es una gran ventaja contar con un equipo al que le encanta lo que hace.

 

Y usted aún tiene tiempo para colaborar, en ocasiones, con el programa ‘Quen anda aí’ de la TVG.
¡Ay, sí! No me gusta ir mucho, pero no porque no me guste el hecho de ir al programa sino porque me supone preparar unos productos y echar todo el día allí. Me descuadra un poco el trabajo en el obrador pero a mí me encanta tratar con la gente.

 

Le han ofrecido llevarse el obrador a la ciudad, pero aquí está bien. 
Aquí estoy muy bien, es un entorno de paz que acompaña a lo que hacemos. Hacemos cosas naturales y el entorno influye. Nos piden que pongamos algo para tomar el café pero no somos hosteleros. Es verdad que algún domingo vemos a gente ahí fuera leyendo el periódico con un café para llevar, pero nosotros hacemos postres.

 

¿Sus clientes más lejanos de dónde vienen? 
Pontevedra, Santiago, Ferrol... y mucha gente que vive en Madrid y que cuando viene en fechas señaladas, siempre compra. 

Enza di Piazza | “En la campaña de Navidad mis jornadas no bajan de 16 horas, pero a mí me encanta esto”

Te puede interesar