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martes | 24 diciembre | 2024
El inicio de 2023 trajo a Compostela la desagradable noticia de una muerte ocasionada por una pelea a las puertas de una conocida discoteca en la céntrica calle de Santiago de Chile.
Gregory Furcal falleció el día 4 de ese mes a causa de las puñaladas que, presuntamente, dos hermanos le habían propinado un par de días antes en la salida de un pub de música latina.
Ahora, más de un año después, se han celebrado dos sesiones para determinar si lo que sucedió fue un “asesinato salvaje”, como señalan las acusaciones, o si fue un “homicidio imprudente” a causa de una pelea fortuita en igualdad de condiciones, como exponen los procesados.
Un elemento clave en el caso es la grabación que realizó la cámara de seguridad. También lo son la autopsia y el número y tipo de las cuchilladas, aun en duda, que recibió la víctima mortal.
Los acusados del presunto asesinato al joven de 31 años que tuvo lugar la madrugada del 2 de enero son dos hermanos.
Se sienta con ellos en el banquillo un tercer implicado que, según la defensa de los primeros, habría apuñalado a uno de los hermanos para proteger a su amigo Gregory.
Según explica la acusación, todo tendría origen en un conflicto relacionado con la víctima y la mujer de uno de los hermanos.
La defensa del presuntamente asesinado y Fiscalía coinciden en calificar el hecho de “salvaje”, tanto por la premeditación que consideran como por el número y violencia de las puñaladas.
De igual manera, apuntan que los acusados esperaron a Gregory a la salida del pub y, “sin oportunidad de defenderse”, uno de los hermanos lo sujetó mientras el otro le daba navajazos.
Según la versión de los procesados, fue la víctima la que comenzó el altercado y que, además, un amigo del fallecido apuñaló a uno de ellos por la espalda antes de que se fueran a por él.
La Fiscalía pide 30 años de prisión para los hermanos por un asesinato con múltiples agravantes, entre los que destaca la indefensión de la víctima, la agresividad de los agresores y la alevosía con la que presuntamente se cometió el asesinato.
En la segunda sesión del juicio celebrada hoy, los acusados defendieron que “nunca tuvieron intención de matar”. El supuesto autor alega que simplemente quería defender a su hermano.
Justifican esta idea en que, de haber querido ocasionar un daño mortal, hubieran apuñalado a la víctima en el pecho o el cuello, pero no en la pierna, donde se produjo la herida en la arteria femoral que acabó con la vida de Gregory.
Por otro lado, los procesados afirman que el cuchillo que emplearon no era suyo. Era del amigo de la víctima que, según explicaron, había apuñalado por la espalda a uno de ellos antes de arremeter contra el joven que acabaría falleciendo.
