A Coruña se vuelca con el Deportivo; el Ayuntamiento, con la alcaldesa, Inés Rey, al frente, también. Aunque le gustaría poder celebrar goles en el palco, tendrá que contenerse. La emoción va por dentro, también los deseos.
¿Cómo lleva la alcaldesa, como aficionada al Depor, las horas previas al playoff de ascenso?
Si no tuviéramos estos momentos, no sería el Depor ni sería la afición tan sufrida y tan entregada que tenemos aquí, que es lo mejor que tiene el Deportivo y su ciudad, una afición ejemplar.
¿Qué sensación tiene respecto al ascenso?
Está en nuestra mano y hay muchas posibilidades de pasar este playoff, de ascender a Segunda... Estoy igual de nerviosa que el resto de coruñeses que estamos deseando que llegue el sábado y disfrutar del partido.
¿Estará en el palco de Riazor en el partido con el Linares, no?
Sí, estuve con las chicas, que mantienen la categoría, y estaré con los chicos.
Más de 20.000 entradas vendidas en las primeras horas, habrá ambientazo.
Esperamos un lleno total. Hay mucho ambiente en las calles, que ya se ven blanquiazules. Hemos iluminado la fuente de Cuatro Caminos, como no puede ser de otra manera, y animo a todo el mundo a que saque las camisetas esta semana, la bufanda, y colguemos las banderas en las ventanas
¿Se atreve con una promesa en caso de ascenso?
Yo, de estas cosas, prefiero no decir nada porque soy muy supersticiosa. Pero ojalá se consiga y, sobre todo, que lo podamos celebrar.
¿Cómo se vive en el palco, es difícil contener las emociones?
No puedo llevar ni camiseta, ni bufanda, no puedo llevar nada de eso y tampoco puedo celebrar los goles con mucha alegría. Tengo que contenerme. No lo veis pero a veces nos agarramos de la mano los que estamos allí o nos apretamos las piernas para liberar la tensión y los nervios. Cuesta, pero evidentemente hay que mantener una posición institucional y también de respeto al rival, que está ahí contigo sentado y no podemos ponernos a gritar, pero, si el Depor gana este sábado y el que viene, algún abrazo caerá.