Emilio Bruquetas Serantes (Santiago, 1974) es el consejero delegado de Recursos de Galicia (RDG) desde su constitución hace medio año. Poco tiempo de vida, apenas seis meses, pero suficientes para sentar unas bases sólidas que permitirán a la singular utility –el 30% es propiedad de la Xunta y el resto de 32 empresas gallegas– empezar pronto a cumplir sus objetivos. “Antes de que acabe el año RDG tendrá una compañía comercializadora y abaratará la energía”, avanza.
¿Cuál es su balance de estos primeros seis meses?
Muy positivo. Hemos dedicado mucho tiempo a explicar lo que es el proyecto Recursos de Galicia a la sociedad en general, a todos los actores y también a los promotores. Uno de los objetivos que tenemos para este año es entrar en al menos 300 megavatios eólicos de potencia, y la acogida que estamos teniendo por parte de los promotores está haciendo que eso sea posible. Ya hemos firmado nuestro primer acuerdo estratégico –con Galenergy– y estamos trabajando en otros que espero que se concreten de aquí a final de año.
¿RDG ya funciona a pleno rendimiento o aún no acabó esa fase inicial de puesta en marcha?
Aún estamos formando los equipos, porque lleva un tiempo, pero la compañía está funcionando a velocidad para cumplir con sus objetivos este primer año.
Nació con 15 millones de capital social y pretende movilizar hasta 250 en inversiones directas hasta 2027, ¿es un objetivo factible?
En realidad lo que hay es un compromiso de los socios de aportar 100 millones que se van desembolsando según vaya pasando el tiempo para llegar a esos 250 millones movilizados. Primero se desembolsaron 15, este mismo año se desembolsarán otros 15 y haremos una nueva llamada de capital antes de finalizar 2024.
De momento son 32 empresas privadas gallegas las que forman parte de RDG, ¿entrarán más?
Aún no hemos abierto esa llamada de capital pero sí que estamos teniendo muchas empresas que se ponen en contacto con nosotros con ganas de participar. RDG ha nacido con la voluntad de ser un proyecto inclusivo. Son 32, esperamos que sean muchas más y esperamos que en un futuro todos los gallegos puedan invertir parte de sus ahorros en RDG.
¿Cuándo abrirán la sociedad a la entrada de particulares?
Cuando el proyecto esté más maduro, tengamos activos ya funcionando y unos flujos de caja perfectamente establecidos y predecibles, ahí abriremos también a los gallegos el capital de RDG a través de la fórmula que mejor se determine en ese momento.
¿Esa sociedad público-privada le da un carácter singular a RDG?
Lo que hace singular a RDG es cómo se ha conformado la parte privada, ese 70%, que se ha hecho a través de una manifestación de interés abierta a todos los empresarios gallegos que tuviesen su centro de decisión en Galicia y que la fuente principal de sus ingresos no fuese el sector energético. Eso es lo que la hace singular, ese 70% que al final representa al 14% del PIB de la comunidad y que seguirá ampliándose, pero lo que es la participación público-privada en el sector de la energía es algo bastante habitual en España y en Europa.
¿Es posible conjugar los intereses públicos con los privados en un sector como el energético?
Al final, eso no es más que riqueza desde todos los puntos de vista. Tenemos toda la experiencia del sector privado, su visión y su dinamismo, y tenemos como accionista mayoritario a la Xunta de Galicia, cuyo fin fundamental es preservar el interés público y que a lo que se dedique RDG sea a descarbonizar la economía, a cuidar el medio ambiente, a tener precios más baratos y a avanzar en la autonomía energética. El cómo funciona yo creo que es bastante sencillo. Tenemos un accionista que vela por el interés público y otros accionistas que lo que piden es un retorno, en este caso un retorno razonable de sus inversiones. No estamos hablando nunca de RDG como una inversión especulativa.
Pero la rentabilidad es un objetivo.
Es un objetivo, pero una rentabilidad moderada. No hay sostenibilidad en ningún negocio, en ninguna economía, sin tener una salud financiera.
Acaban de firmar un acuerdo con Galenergy, ¿hay más a la vista?
Sí. Ese solo cumple una parte de nuestros objetivos. En el acuerdo con Galenergy hay dos partes, una que son los parques que ya tienen ellos autorizados y otra que son proyectos que están desarrollando desde cero en los que nosotros podemos participar. Está previsto que de aquí a final de año firmemos al menos dos o tres acuerdos más.
¿Las paralizaciones judiciales en el eólico son un hándicap?
Sí, claro. Una parte de recursos de Galicia es copromover y desarrollar. Hay ideas preconcebidas en Galicia, como que ya tenemos energía de sobra y creo que son ideas muy importantes que hay que desterrar. No tenemos energía de sobra. Seguimos consumiendo un 70% de energía fósil y ese 70% está siendo importada. Si queremos descarbonizar nuestra economía y hacerlo de manera competitiva a 2050, tenemos que instalar mucha más energía, casi duplicar la energía renovable que tenemos hoy. Entonces es muy importante entender que tenemos que seguir invirtiendo y seguir generando esa energía.
¿Qué repercusión directa en Galicia y en los gallegos está teniendo RDG desde su constitución?
Lo que estamos es construyendo una compañía para los próximos diez años y esa visión tenemos que tenerla. No obstante, Recursos de Galicia antes de que acabe el año tendrá una compañía comercializadora y abaratará la energía de ciertos actores de la economía gallega, que es lo que hemos venido a hacer.
Después de casi media vida en Reganosa, ¿cómo está siendo para usted ese paso del gas natural a las renovables?
Ese cambio en realidad ya lo hicimos desde Reganosa en su momento. Lo que sí es cierto es que Recursos de Galicia es 100% verde, ya no hay ninguna fuente de energía que tenga origen fósil. RDG es una compañía que trabaja ya en todas las fuentes de energía 100% renovables.