La quinta jornada de la campaña del 23-J estuvo marcada por el cara a cara que enfrentó en televisión al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se mostró “satisfecho” del debate, y al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que llamó a no confiarse.
 

El candidato del PP vaticinó hoy que el líder de los socialistas va a “perder por mucho” tras el cara a cara entre ambos que, confesó, no esperaba que le saliese “tan bien”, al tiempo que llamó a sus simpatizantes a no confiarse: “para que siga Sánchez tenemos bastantes opciones”.
 

Feijóo, que acudió a Ciudad Real y recibió elogios de desconocidos por su desempeño en el debate desde que cogió el AVE en Atocha (Madrid), comentó que a su rival no le valió de “nada” encerrarse en La Moncloa ni tener 800 asesores y reprochó su falta de respuestas al emplazamiento de dejarle gobernar si gana y que el candidato del PSOE haga lo mismo en caso contrario. 
 

Feijóo indicó que el votante de Vox que vio el cara a cara está ante dos posibilidades: o ha cambiado ya el voto ante las generales o está estudiando hacerlo. “Si los votantes de Vox reparten el voto, es más difícil que Sánchez se vaya”, añadió.
 

La apelación al voto útil al PP para echar a Pedro Sánchez de Moncloa será uno de sus mantras de campaña, dirigiéndose en especial al electorado de Vox. 
 

Feijóo reconoce que en el PP la gente está “muy contenta” tras el cara a cara pero pide a los suyos no bajar la guardia. “Lo peor es que haya relajación y una euforia irresponsable. No hemos ganado las 

elecciones. Lo único que hemos ganado es el debate”, dijo.
 

De hecho, advirtió de que no pueden “subestimar al candidato Sánchez”, quien, a su juicio, necesita los platós en campaña porque no consigue movilizar al PSOE tras el revés que la formación sufrió en las municipales y autonómicas del 28 de mayo.
 

En su charla con los periodistas pone el ejemplo de Ciudad Real como lo que ocurre en otras provincias de España, donde hay posibilidad de que Vox arañe el quinto escaño si no va para el PP, de forma que serían dos escaños para el PSOE, dos para el PP y el último para los de Santiago Abascal. En las filas del PP admiten que algo similar puede ocurrir en dieciocho circunscripciones que reparten varios escaños, lo que podría poner en juego más de una veintena de escaños.
 

Sobre si se replantea la posibilidad de hacer más debates tras verse ganador del cara a cara organizado por Atresmedia, Feijóo afirmó con ironía que no se va a “aprovechar” del hecho de que le haya salido “mal” el debate al presidente del Gobierno para hacer otro debate. “No voy a hacer revanchismo”, exclamo.

Satisfacción en Génova

La satisfacción reinaba también en su equipo y el coordinador general del PP, Elías Bendodo, afirmó que la “operación salida” del “sanchismo” se llevará a cabo el 23-J, mientras el portavoz de campaña, Borja Sémper, opinó el cara a cara proyectó la sensación de “un presidente de salida y otro de llegada”.
 

Por su parte, el expresidente del Gobierno José María Aznar manifestó que una de las consecuencias del debate es “acelerar la idea” de que el PP ganará y de que Núñez Feijóo llegará a la Moncloa, con más diferencia “de lo que algunos piensan”.
 

Por su parte, Sánchez viajó a Lituania para participar en su sexta cumbre de la OTAN, donde consideró que enfrente tuvo a un “Feijóo que ante la ausencia absoluta de proyecto político y de programa lo que hizo fue plantear una montaña de mentiras”.
 

“Hizo un uso descarnado como en los últimos años del terrorismo de ETA, que afortunadamente desapareció hace once años y, por tanto, yo salgo satisfecho”, añadió el candidato socialista.
 

El líder del Ejecutivo indicó que durante el cara a cara ofreció propuestas y un balance de los últimos cuatro años del gobierno de coalición, poniendo como ejemplo sus intervenciones sobre pensiones, mercado laboral o derechos de mujeres y el colectivo Lgtbi+.
 

Igualmente, defendió que plantó cara a las “falsedades” de Feijóo y señaló que durante el debate quedo demostrada la “inquietante táctica” del PP de “abrazarse a Santiago Abascal y a Vox”.
 

España el próximo 23 de julio se juega más que una alternancia en el gobierno, aseguró el líder del PSOE, insistiendo en que PP y Vox plantean un “túnel tenebroso en el tiempo” y un “retroceso” con respecto a la línea que marcan los socialistas.
 

“Estoy confiado en el resultado electoral y creo que la sociedad española va a seguir apostando por el avance y va a decir ‘no’ al retroceso del PP y Vox”, argumentó el líder socialista.
 

Dirigentes y candidatos del PSOE abundaron en el mismo argumento, entre ellos el portavoz en el Congreso y cabeza de lista por Bizkaia, Patxi López, que ha acusado a Feijóo de “embarrar desde el minuto uno” el debate.
 

También el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la vicepresidenta económica primera, Nadia Calviño, coincidieron en que el cara a cara fue una “cascada” de mentiras por parte del líder del PP, que eludió “un debate honesto y limpio”.
 

Por su parte, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero acusó a Feijóo de romper “todos los consensos” sobre terrorismo en democracia. “Me siento en el abismo de una posición política como la que hizo Feijóo de usar el terrorismo de ETA, que hace doce años que desapareció, para arrojárselo al PSOE”, dijo en  Onda Cero.
 

Por su parte, la candidata de Sumar a las elecciones del 23-J, Yolanda Díaz, acusó a Alberto Núñez Feijóo de usar “mentiras” a una “velocidad sonrojante” y señaló que “la campaña aún no ha terminado”.  La líder de sumar fue crítica con el tono del debate y aseguró que fue “un duelo de zascas” y un modelo de debate que “mira a los años noventa” y al “pasado” con “el bipartidismo de dos hombres”. 
 

Sobre Feijóo, la líder de Sumar ha asegurado que mostró “una cara a los españoles que no le conocía”: “No me sorprendió con las mentiras que fue capaz de exponer a una velocidad que es sonrojante”, dijo.  Insistió en que “no hubo propuesta políticas” solo “ruido e interrupciones, y momento poco corteses y faltos de educación”. 
 

El debate fue seguido por una media de 5,9 millones de telespectadores, lo que lo convierte en el menos visto en la televisión tradicional de los siete que se celebraron en treinta años, según la consultora Barlovento con datos de Kantar Media.
 

El minuto más visto tuvo lugar a las 22.45 horas, con 6,4 millones de personas ante el televisor cuando el líder del PP propuso al jefe del Ejecutivo que ambos facilitaran la investidura del que obtuviera más votos.