Cerca de 400 simpatizantes de Vox acudieron ayer al Hotel Meliá para escuchar a los candidatos a las municipales y al líder de la formación, Santiago Abascal. Mientras, fuera, junto a la fuente de Los Surfistas, cuarenta personas se concentraban para protestar contra su presencia, vigilados por un cordón policial. Abascal leyó las municipales en clave nacional, como un trampolín de cara a la Moncloa, y recordó que es hijo de una coruñesa. “Me van a permitir que, por respeto a mi madre, diga ‘La Coruña’”.
Tras cosechar algunos aplausos por ese guiño, el líder de Vox insistió en su mensaje: “No sólo nos jugamos la elección de unos representantes municipales. Nos jugamos mucho más, como la vigencia de las libertades, la constitución y unidad nacional, porque lo que tenemos en frente es lo peor a lo que nos hemos enfrentado los españoles en muchos años”. Luego pasó a enumerar los incumplimientos de Pedro Sánchez, así como las mentiras e irregularidades que, según él, han trufado su mandato.
Como María Pita
Por su parte, la candidata coruñesa, Eva Castro, tomó la palabra inmediatamente antes de Abascal para animar a los simpatizantes de Vox a votar, asegurando que este será el año en el que se formación consiga irrumpir en los municipios gallegos. Castro aseguró que aunque parezca imposible, también lo parecía que María Pita pudiera luchar contra la Armada Inglesa hace 400 años y que los coruñeses los expulsaran. “Es posible y el esfuerzo merece la pena”, animó a los presentes la candidata coruñesa.
También les invitó a hablar con sus vecinos y familiares. sobre Vox: “Las palabras de VOx son las del sentido común y del amor a la familia y a la patria”. Castro hizo una encendida defensa del “sentido común y los valores tradicionales” así como de la propiedad privada, en la que, como recordó, “se sustenta la libertad del individuo”..
Mientras tanto, los manifestantes seguían fuera gritando toda clase de consignas: “¡Sin piernas y sin brazos, fascistas a pedazos!” o “¡Abascal, ponte a a trabajar!. Cuando los simpatizantes de Vox salieron del mitin, arreciaron los gritos, pero el cordón policial y la amplia calzada por donde circulaba el tráfico hicieron imposible cualquier choque. Todos se dispersaron sin incidentes. l