Abrir un negocio nunca es sencillo, y menos después de una pandemia. Sin embargo, Cristina y Sandra, las responsables de la librería Bolboreta, decidieron emprender el vuelo en 2021, después de estar alrededor de cinco meses preparando la apertura. La idea surgió cuando estas dos emprendedoras repararon en la falta de jugueterías en Santa Cruz. “Principalmente comenzamos con un proyecto para ser juguetería. Mi socia, y mejor amiga, comentó que podríamos incluir también artículos de papelería, ya que en Santa Cruz solo había una y se trata de un ámbito en crecimiento. Al principio, no me convencía la mezcla, pero la empezamos a visualizar y nos decidimos”, apunta Cristina.
Una vez determinado el tipo de negocio que buscaban, llegaba la hora de iniciar los trámites burocráticos. “Por suerte, tenemos un amigo gestor que nos explicó los procedimientos que necesitábamos llevar a cabo y nos habló del Programa de Apoyo Empresarial a las mujeres (PAEM)”, cuenta Cristina. “En el PAEM de la Cámara de Comercio de Coruña, que además tiene un convenio con entidades bancarias, nos guiaron genial y nos enseñaron cómo hacer el plan de negocios”, dice Cristina. Las propietarias de la librería señalan con sorpresa la rapidez de los trámites: “Lo empezamos a mirar en octubre. En enero presentamos el proyecto, en febrero lo aprobaron y en marzo estábamos firmando. Nos pareció super rápido porque en total fueron seis meses”. Cristina y Sandra indican que aunque es “ duro, porque cuando eres autónomo hay mucho trabajo y cosas por detrás, está teniendo muy buena acogida”.
"En la tienda hemos metido una parte con chucherías, que atraen a mucha clientela. La gente nos dice que da gusto, que hacía falta algo así en Santa Cruz”, explica Cristina. “También nos comentan que es un comercio muy bonito” y es que, la idea de Cristina y Sandra era que “fuese muy luminoso, con tonos claros y detalles con mucho color”. “Estamos muy agradecidas y contentas con el respaldo de la gente, por el feedback que recibimos y porque tenemos una clientela fija”, reconoce.
En Bolboreta también disponen de servicio de copistería. “Tenemos fotocopiadora, nos mandan por correo los archivos y luego los vienen a recoger. Intentamos darle facilidades a la gente”, apunta Cristina. En su establecimiento también podemos encontrar una sección de juguetería. “Tenemos juegos educativos para aprender a escribir con tarjetas o aprender los números; juegos de batallas de las tablas de multiplicar o los típicos puzzles de madera”, destaca Cristina. “Es cierto que el local es muy pequeño, así que vamos trayendo cada semana cosas nuevas y las subimos a redes. La verdad es que funciona genial porque la gente lo ve en Instagram y se acerca”, informan las dueñas de la librería.
Ahora mismo Cristina y Sandra están “a tope” con la vuelta al cole porque trabajan con libros de texto y con material escolar. “Hay mucha demanda del lettering, rotuladores en tonos pastel, rotuladores con punta de pincel y los cuadernos para aprender a hacer la caligrafía, en cursiva o en otros tipos de letra”, revela Cristina.