El Gobierno se muestra optimista sobre la negociación con los independentistas para la investidura del candidato socialista y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y considera que están avanzando en la línea que tenían pensado previamente, según trasladan fuentes de Moncloa.
Pese a que en los últimos días todo apunta a que la sesión de investidura no se celebrará hasta bien entrado el mes de noviembre, que desde el propio Ejecutivo subrayaron la dificultad que entrañan las negociaciones y que desde el independentismo siguen sosteniendo en público posiciones de máximos, en Moncloa siguen confiados en que las conversaciones llegarán a buen puerto y Pedro Sánchez será reelegido presidente.
En este sentido, ya dan por hecho que las explicaciones sobre la amnistía (prometidas por el propio Sánchez dado que antes de las elecciones estaba en contra de la medida) no se producirán hasta que no haya un acuerdo que dé luz verde a la investidura de Sánchez. Así, las citadas fuentes señalan que siguen negociando y consideran que la metodología que están siguiendo es buena y da buenos resultados.
Asimismo, respecto a las explicaciones sobre la amnistía prometidas por Sánchez, que primero afirmó que las daría una vez fuera designado por el rey y luego una vez finalizada la ronda de contactos con los grupos parlamentarios, que terminó el viernes, afirman que finalmente se producirán cuando se cierre un acuerdo. De este modo, en Moncloa sostienen que al final “las piezas encajarán”.
Además, deslizaron uno de los argumentos que podrían utilizar para justificar la aprobación de una amnistía al procés: que hay hasta 57 diputados cuyos grupos parlamentarios reclaman una medida de este tipo, en referencia a los parlamentario de Sumar, Junts, ERC, Bildu, PNV y BNG. Una idea que ya vienen trasladando otros dirigentes socialistas, como por ejemplo la portavoz de la Ejecutiva Federal y ministra de Educación, Pilar Alegría.
En esta misma línea, la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial en funciones, Isabel Rodríguez, fue cuestionada por la fecha de la investidura y se limitó a señalar que el plazo termina el 27 de noviembre. Después de esa fecha se disolverían las Cortes y se convocarían nuevas elecciones para el 14 de enero, pero hasta ese momento sigue vigente el plazo de Sánchez para intentar sacar adelante la investidura, y por tanto están trabajando “con mucha dedicación, con mucho rigor, con mucha seriedad para conseguirlo”, según indicó.
A continuación, pidió al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a quien llamó “candidato frustrado”, que se calme, al tiempo que le recomendó que aprenda a gestionar la “frustración” de no haber logrado una mayoría, porque piensa que este periodo “se le va a hacer duro”. “Tiene que aprender a gestionar su frustración y a calmarse, porque el comodín de la crispación ya no funciona. España está harta de crispación”, dijo.
Así, insistió en que después del 23-J y del intento fallido de Feijóo, ahora es el tiempo de la investidura de Sánchez.