El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contestó este martes al presidente catalán, Pere Aragonés, que el referéndum de autodeterminación que este lunes marcó como objetivo para 2023 en su discurso institucional de Navidad “no se va a producir” y que estos “son debates pasados”.
En su comparecencia, tras el último Consejo de Ministros del año, el presidente del Gobierno insistió en su “agenda del reencuentro” y en su convicción de que con “tiempo, paciencia, determinación y generosidad por parte de todos” se podrá “encontrar un punto de equilibrio que garantice la convivencia en Cataluña”.
Sostuvo también que “la unidad de España se fragua, se consolida y se garantiza construyendo convivencia y no confrontando”.
Pedro Sánchez defendió que “hoy la Constitución Española se cumple en todos los territorios, también en Cataluña”, y que ahora “el independentismo no es una de las principales preocupaciones de los españoles como si lo fue en 2017 y la mayoría de los catalanes, al igual que el resto de los españoles, lo que apuesta es por la convivencia, por vivir juntos”.
Afirmó que este es "un problema que viene de largo, primero por la irresponsabilidad de unos (en referencia a los independentistas) pero también por la incapacidad de quienes estaban aquí antes (en referencia al PP) y ahora van dando lecciones no sé de qué".
Tras reiterar que "en la Constitución Española, como en ninguna otra constitución del mundo, no se reconoce el derecho a la independencia de ningún territorio", ha manifestado que el independentismo "es un proyecto que va contra los tiempos", puesto que la respuesta que actualmente se está dando desde Europa "es hacia una mayor integración".
Respecto a las alarmas desde el PP por ese hipotético referéndum, Sánchez se ha preguntado "cuántas veces" desde la moción de censura, primero Pablo Casado y luego Alberto Núñez Feijóo "han dicho que se iba a celebrar", aunque "la verdad es que los referéndum y la declaración unilateral de independencia se hicieron bajo administración del Partido Popular".
El jefe del Ejecutivo ha sostenido que "afortunadamente hoy Cataluña no vive la misma situación que vivió en 2017", "se cumple con la Constitución" y "la sociedad catalana tiene entre sus principales preocupaciones lo mismo que el resto de sus compatriotas: el precio de la luz, de los alimentos, el empleo, el salario..."; y ha subrayado que en todo esto "algo tendrá que ver la agenda del reencuentro que ha puesto en marcha el Gobierno de España".
También ha querido "poner en valor" que la mesa de diálogo, "fuertemente criticada por la oposición en sus primeros momentos", "ha demostrado ser una herramienta útil para vehicular esa agenda del reencuentro".
Una mesa, ha apuntado, en la que el Gobierno escucha y "ellos también tienen que escuchar cuál es la posición del Gobierno de España y de los partidos que componen el Gobierno de España", que es, ha precisado, "el respeto a la Carta Magna, al orden constitucional, la unidad de España, la integridad territorial y la soberanía nacional".
Tensión en Madrid
Por su parte, la Generalitat achacó que no haya una nueva reunión de la mesa de diálogo antes de fin de año, como se había pactado en el último encuentro, a que el Gobierno “se ha tensionado” con la reforma del Código Penal (CP) para derogar la sedición y reformar la malversación.
Fuentes del Ejecutivo catalán también defendieron que “los contactos siguen” entre ambos ejecutivos, y aseguraron que el Govern seguirá avanzando en la desjudicialización, donde aseguran que aún hay cosas pendientes, y en la autodeterminación.
En este último punto, las mismas fuentes aseguran que desde la Generalitat trabajarán en esta carpeta que debe "llevar a Cataluña a volver a votar en un referéndum", unas palabras que llegan después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya afirmado que no habrá referéndum de autodeterminación.
11º-16º
lunes | 25 noviembre | 2024
