La Guardia Civil ha comunicado este martes que buscará el arma del supuesto parricidio de Esteiro, en el municipio coruñés de Muros, bajo el agua en el muelle, al sospechar que la arrojó allí el hijo de la víctima antes de alertar al 112 de un presunto asalto al que los investigadores no dan credibilidad.

La portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, María Dolores Amado, explica, en un vídeo remitido a los medios, los detalles del caso que se produjo la pasada madrugada del viernes al sábado.

Detalla que el joven de 19 años Antonio Mayo, ahora en prisión provisional investigado por la muerte violenta de su padre, José Manuel Mayo Brea, llamó al 112 y fue este servicio el que alertó a la Guardia Civil.

El posteriormente detenido relató que "unos encapuchados habían asaltado la vivienda con ellos dos dentro", los atacaron a ambos y "acabaron con la vida de su padre con un machete".

La Guardia Civil procedió posteriormente a su detención tras haber "observado de la escena", escuchar las "versiones de los vecinos" y comprobar "incoherencias en el relato de los hechos" por parte del investigado.

"En ningún momento reconoció el crimen y el arma no ha aparecido", ha subrayado la portavoz de la Guardia Civil.

Por eso, ahora el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) irá al muelle de Esteiro a buscar el arma durante los próximos días.

"La Guardia Civil sospecha que esta arma pudo haber sido arrojada por el agresor al mar en el muelle de Esteiro con la finalidad de deshacerse de las pruebas antes de llamar al 112", ha agregado.

El Instituto Armado también aborda, dentro de la investigación, las posibles agresiones previas a este caso del hijo a su padre.

A la víctima mortal sus vecinos le llamaban 'O Peseta' y era muy conocido en Esteiro, donde hasta su prejubilación regentó un bar justamente en el bajo del edificio en el que también vivía su hijo y donde se produjo el homicidio.