Un acuerdo de carácter principalmente retributivo puso fin el miércoles por la noche a una huelga en la sanidad gallega, convocada en solitario por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que duró nueve días completos.
El texto consta de ocho puntos, entre los que se encuentran mejoras en el precio de las guardias, que podrán llegar en términos generales hasta los 37 euros por hora, así como la posibilidad de que los profesionales sanitarios que compatibilicen su actividad en la sanidad pública y en la privada puedan cobrar el complemento específico.
El documento firmado entre CESM y el Servizo Galego de Saúde (Sergas) pasadas las 23.00 horas de la noche del miércoles, tras más de seis horas de reunión con un solo receso, pasó por la Mesa Sectorial, órgano principal de negociación donde están representados otros sindicatos (CIG, CCOO, CSIF, Satse y UGT), pero no el que convocó el paro.
El acuerdo alcanzado contempla un incremento del precio de las guardias, con diferencia entre las prestadas los domingos y los festivos, que se aplicará de manera progresiva y en las mismas condiciones a los MIR.
Así, el importe de las guardias presenciales para días laborables será de 27 euros por hora a partir del 1 de julio de este 2023 y de 28 euros a partir del 1 de enero de 2024. En cuanto a los domingos y los festivos, alcanzará los 30 euros la hora.
Para las guardias sin presencia física, en las que el médico tenga que estar simplemente localizado, el precio será de 14 euros la hora los días laborables y de 15 los sábados, domingos y festivos.
No obstante, el acuerdo entre CESM y el Sergas recoge que, a partir de la quinta guardia al mes, la retribución de cada hora ascenderá a 37 euros. Esto entrará en vigor el 1 de enero de 2024.
En cuanto a los facultativos especialistas que tengan más de 55 años, tendrán un nuevo modelo de exención de guardias con presencia física. Para estos profesionales, el precio estimado a partir de 2024 será de 84 euros la hora por cada módulo de cuatro horas, con un máximo de tres módulos de promedio mensual.
Asimismo, la retribución de los sábados será equivalente a una guardia y se ampliará a todo el personal médico la consideración de los días 24 y 31 de diciembre como de especial significación, detalla el documento.
En lo que respecta al complemento específico, el Sergas se comprometió a reconfigurarlo en términos parecidos a otros sistemas autonómicos de salud a lo largo del mes de junio, para que entre en vigor también en enero de 2024.
Así, se reducirá hasta el máximo de 180 euros la diferencia salarial entre médicos que se dedican exclusivamente a la sanidad pública y los que la compatibilizan con la privada. Por el momento, según cifras de CESM, hay unos 1.400 facultativos que no pueden cobrar este complemento que, íntegro, se sitúa en torno a los 900 euros mensuales de media.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, consideró hoy que el acuerdo suscrito por la Consellería de Sanidade con el sindicato CESM supone una “mejora” de las condiciones de los profesionales de la sanidad pública “redunda” en la “calidad” del sistema.
Así respondió el mandatario autonómico a las preguntas de los periodistas tras el Consello da Xunta de hoy. “Si mejoramos las condiciones de los profesionales de la sanidad pública redunda en la calidad de la sanidad pública”, señaló el mandatario autonómico, que incidió en que el acuerdo encaja con la “hoja de ruta” de la Administración autonómica de “mejoras progresivas” para los profesionales sanitarios.
En esta línea, Rueda expresó que confía en que este pacto “abra una nueva época” en la que los profesionales de la sanidad “entiendan” que “hablando con la administración es como se pueden conseguir avances”.
Preguntado sobre si el contenido del acuerdo deja al margen cuestiones organizativas o de incrementos de plantilla para afrontar posibles carencias asistenciales, el presidente defendió que la Xunta ya ha aprobado planes “con consecuencias económicas” para reducir las listas de espera en niveles como atención primaria donde, según Rueda, Galicia tiene datos “mejores” que la media estatal.
“Son actuaciones diferentes y simultáneas”, zanjó el presidente gallego, que también afirmó que con CESM “no hubo ningún acuerdo” sobre el complemento específico por compatibilizar sanidad pública y privada, más allá de la disposición de la Xunta a “contemplar” una modificación de la situación actual.
“Ayer no se acordó nada ni se contempló eliminarlo, se habló de la posibilidad de equiparar la situación de Galicia con las otras comunidades con competencias sanitarias”, aseveró el presidente.
Por su parte, Hugo Agreda, médico que ejerce en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) y delegado del CESM en Lugo, reconoció que la negociación con el Sergas para poner fin a la huelga de facultativos “ha sido bastante dura” y, de hecho, a pesar de haber alcanzado un acuerdo en determinados “puntos críticos”, afirma que habrá que “seguir trabajando”, porque esto “no ha hecho más que empezar”.
“Ahora habrá que seguir trabajando para que la Administración se centre en el colectivo y procure poner todas las herramientas para mejorar la carga asistencial” que soportan los facultativos, así como para “redimensionar y potenciar los hospitales comarcales”, declaró.
Fortalecer los hospitales comarcales y el servicio que prestan en sus respectivas áreas de influencia es, desde su punto de vista, otro de los “puntos álgidos” dentro de las reclamaciones del colectivo médico.
En cuanto a la negociación, apuntó que “había cosas que no podían tocarse, porque están incluidas en proyectos de desarrollo del Sergas”.
“Habrá que dejarles más tiempo. Volveremos a trabajar día a día, para que todo esto, que nos ha llevado a trasladar a la calle la situación del colectivo, se vaya solventando poco a poco”, explicó.
“Esto no ha hecho más que comenzar”, concluyó el representante sanitario.