Tras varios años al frente de prestigiosos proyectos internacionales –el último de ellos, el restaurante del Hotel Noa, en Santa Cruz– el chef David Sánchez ha decidido dar un giro a su carrera, abriendo el restaurante Casa Perucho, en Alvedro (A Coruña). Lo ha hecho de la mano del cocinero portugués Bruno Abreu, y con un objetivo muy claro: dar de comer bien a los trabajadores del polígono de esa zona gracias a sus menús del día asequibles elaborados con productos de calidad.
Casa Perucho es un restaurante ubicado en Alvedro, muy cerca del Outlet Styles y del aeropuerto coruñés. Abrió sus puertas hace apenas una semana, el pasado 1 de marzo, con el objetivo de ofrecer una alternativa diferente, con producto gallego y de calidad. Sus impulsores pretenden dar un buen servicio en un ambiente moderno y acogedor. El restaurante cuenta con capacidad para unas 200 personas, distribuido entre comedor principal, terrazas y cafetería. Su carta está basada en desayunos con tostas y bocatas rápidos un poco diferentes, con precios asequibles, siempre con un toque personal. Los menús del día, que se pueden disfrutar por 13 euros, apuestan por la materia prima, ofreciendo siempre dos primeros y dos segundos a elegir, bebida, pan, postre y café. También se ofrecen snacks y tapas que están disponibles para llevar.
Cuenta David Sánchez que se decidió a dar este paso "en un intento por conciliar vida laboral y profesional", ya que solamente va a abrir de lunes a viernes de 7.00 a 18.00 horas. El restaurante rinde homenaje, además, al establecimiento que tuvieron sus abuelos en Boimorto: “La vida te da lecciones y trabajar a un alto nivel, gestionando grandes equipos de cocineros es muy bonito, pero las raíces no se pierden, por eso surgió la idea de volver al modelo de negocio que yo siempre he querido, el que tenían mis abuelos en Boimorto, Casa Perucho. Yo quiero darles mi particular homenaje seguir disfrutando de mi pasión cocinando un menú diferente cada día con producto fresco y de calidad, con las técnicas culinarias de hoy pero con el sabor tradicional”, explica el chef. Aunque es pronto para hablar de futuro, para David el objetivo a largo plazo está claro: "Queremos ser referentes como modelo de negocio, y mi meta es ganar un solete en la guía Repsol", concluye.