Bodegas Arroyo es sinónimo de calidad y compromiso con el vino en la Ribera del Duero. Con sede en Sotillo de la Ribera, esta bodega ha experimentado una notable evolución desde su fundación. Aunque originalmente surgió como una comunidad de propietarios en 1960, fue en 1994 cuando Santiago Arroyo adquirió la bodega y marcó el inicio de una nueva etapa, apostando por la modernización y la excelencia en cada una de sus elaboraciones.
Desde entonces, se ha llevado a cabo una profunda renovación de las instalaciones, incluyendo la construcción de una Nave Subterránea de Crianza de 1.000 metros cuadrados con capacidad para más de 4.000 barricas de roble, así como una sala de embotellado de última generación. Esta apuesta por la innovación ha permitido a Bodegas Arroyo consolidarse como un referente en la elaboración de vinos de alta calidad.
Bodegas Arroyo cuenta con 100 hectáreas de viñedos propios, lo que garantiza el control total sobre la producción, desde la vid hasta la botella. Dentro de su oferta de vinos se encuentran:
El crianza de Bodegas Arroyo es el vino estrella, por su versatilidad y su excelente relación calidad-precio. Es un vino todoterreno que acompaña tanto un aperitivo como una comida elaborada, y se ha convertido en la elección preferida de muchos clientes de hostelería.
Bodegas Arroyo comercializa el 90% de su producción a través de la hostelería y la distribución tradicional, con una producción anual de aproximadamente 500.000 botellas. Su compromiso es claro: ofrecer vinos de calidad con precios accesibles, manteniendo la esencia de la Ribera del Duero en cada botella.
Carlos Pozo, director comercial de Bodegas Arroyo, destaca el esfuerzo continuo por mantener la alta calidad de los vinos y la expansión en mercados como Galicia, donde buscan consolidar su presencia. Gracias a su dedicación y reconocimiento en certámenes internacionales, la bodega sigue creciendo y llevando la esencia de la Ribera del Duero a nuevos horizontes.