El grupo Mamá Chicó amplía su oferta gastronómica con Peperina, un restaurante que combina lo mejor de la cocina italiana con un toque argentino. El restaurante, ubicado en el número 4 de la calle Rosalía de Castro, se suma al creciente panorama de restaurantes italianos en la ciudad. Peperina ofrece un obrador abierto donde se puede observar cómo preparan su pasta fresca y sus pizzas argentinas. Además, cuentan con un mostrador de bakery repleto de delicias dulces para acompañar con un café o botes de salsas para preparar tus salsas en casa.
Un obrador abierto con esencia argentina
Peperina no es solo un restaurante. Su concepto, muy arraigado a las tradiciones de su país, combina un obrador abierto, con un restaurante y el mostrador donde encontrarás los productos para llevar. “En Argentina hay una tradición, heredada de Italia, que son las fábricas de pastas barriales, negocios pequeños de barrio donde todo se hace a la vista. Mis hermanos y yo contamos con tres en Argentina, aunque en la actualidad son ellos los que los gestionan. Siempre tuve ganas de plasmar ese concepto aquí. Desde hace muchos años, Mamá Chicó elabora su propia pasta en un obrador oculto. Ahora ha llegado el momento de hacerlo visible, con un espacio que permita a la gente vivir la experiencia de ver cómo se hace la pasta”, afirma Martín Presumido, propietario del negocio y argentino de nacimiento.
Este modelo de obrador abierto ofrece al cliente una experiencia gastronómica completa: se puede disfrutar de las elaboraciones en el restaurante, llevar la pasta fresca junto con las salsas y otros acompañamientos para preparar en casa, o pedir los platos ya calientes para llevar. “La pasta va por delante de todo en Peperina. Hemos trabajado para que sea un lugar accesible. La pasta, por lo general, es barata. Lo más caro es lo que le añades y la salsa, evidentemente. Pensé que era un buen momento para lanzar un lugar de comida rica y también barata, con un ticket medio de 15 euros”, añade el propietario.
Un recorrido por su carta
El menú de Peperina comienza con una selección de entrantes diseñados para abrir el apetito, como la parmigiana de melanzane, un clásico italiano con berenjenas gratinadas, o el hojaldre de calabaza y pesto. También ofrecen hojaldre de humita, una clásica receta del norte de Argentina que se elabora con maíz y bechamel, y alternativas frescas como la ensalada César o una cremosa burrata italiana.
Las pizzas argentinas son un pilar fundamental de la carta. Elaboradas con una base generosa de mozzarella porteña, su variedad incluye opciones tradicionales como la fugazetta, un clásico con abundante cebolla, o la pizza de jamón y morrones, que fusiona lo salado con el dulzor característico de los pimientos y una gran cantidad de mozzarella.
Pero sin lugar a dudas, las pastas frescas son las protagonistas de Peperina. Entre las opciones clásicas se encuentran los espaghettoni, papardelle, buccatini, rigatoni y los tradicionales ñoquis, que en su versión “a la sorrentina” se sirven en una original cesta de pan casero. También destacan los ñoquis de boniato y las pastas rellenas, entre las que sobresalen los sorrentinos de ricota, espinaca y nuez, así como los sorrentinos de calabaza. Peperina también se preocupa por quienes buscan opciones sin gluten. Por ello, ofrecen tanto ñoquis como espaguetis libres de esta proteína, asegurando que nadie se quede sin disfrutar de sus platos.
Para acompañar las pastas, el restaurante cuenta con una amplia selección de salsas caseras. Entre ellas: pesto de calabacín, con un crujiente toque de este vegetal, nueces, albahaca y parmegiano; La favorita de Chicó, que combina tomates asados triturados con albahaca, queso crema, parmegiano y nueces; o el Tuco casero con ragú de ternera, un guiso preparado a baja temperatura con jarrete de ternera, hortalizas y vino tinto, entre otras. Toda la oferta de pastas de Peperina está disponible para llevar, permitiendo disfrutar de sus elaboraciones artesanales desde la comodidad del hogar.
Una marca con visión de futuro
La imagen de marca de Peperina, desarrollada por Bauz Studio, refleja la modernidad y el carácter artesanal del proyecto. Pero Martín Presumido no quiere que Peperina se quede solo en Rosalía de Castro. “Quiero abrir otros restaurantes más pequeños en otros lugares, como si fuesen negocios de barrio. Por ejemplo, en el Corte Inglés de ciudades como Madrid o Bilbao. También estamos planteando abrir el formato completo en otras ciudades, empezando por Vigo”, concluye.