Con la Semana Santa llega uno de los dulces más esperados del año: las torrijas. Este clásico postre a base de pan, leche, huevo, azúcar y canela, que recuerda por momentos al pain perdu francés, se reinventa cada año en los fogones de confiterías y restaurantes de A Coruña. Aunque su origen se remonta al siglo XV -cuando se ofrecía a las parturientas acompañada de una copa de vino-, ha sido en el marco de la Cuaresma donde ha encontrado su actual lugar como dulce de temporada, probablemente por su alto valor calórico que compensaba la austeridad de los menús cuaresmales.
En Gastro Ideal te traemos una selección irresistible de las mejores torrijas que puedes (y debes) probar esta Semana Santa en la ciudad herculina.
En Culuca reinventan la torrija clásica con pan brioche infusionado en leche aromatizada con canela, vainilla y piel de cítricos. Tras freírla en mantequilla y rebozarla en azúcar, la coronan con una sedosa crema de haba tonka, una semilla exótica con aromas que recuerdan a la vainilla y el almendro.
Es el postre estrella de este restaurante, y con razón. Jugosa por dentro y bañada en una deliciosa salsa de toffee que la convierte en una auténtica adicción. Tal es su éxito, que la mantienen en carta todo el año.
En Casto ofrecen una torrija de brioche caramelizado que conquista desde el primer bocado. La receta de esta torrija es sencilla, pero requiere mimo. En una olla se mezclan partes iguales de leche y nata, se añade azúcar moreno, un toque de crema de orujo y, como elemento esencial, dos ramas de canela. Se lleva a fuego suave para infusionar y, una vez lista la mezcla, se deja reposar.
El pan brioche se corta en rebanadas generosas -es importante que esté muy tierno- y se empapan bien en la infusión. Después, se refrigeran para que absorban todos los sabores. En el momento de servir, las torrijas se calientan ligeramente, se espolvorean con azúcar moreno y se caramelizan. Se finalizan con una bola de helado de vainilla por encima.
Un broche de oro para cualquier comida. Esta torrija se sirve con una delicada salsa de crema de orujo y helado de leche merengada, creando una combinación de sabores muy gallega y reconfortante. Ideal para los amantes del toque licoroso.
No es necesario estar alojado en el hotel Plaza para disfrutar de esta joya. La propuesta de Esencia es una torrija clásica pero perfectamente ejecutada, caramelizada y servida con helado. Sencilla, deliciosa y siempre disponible en su carta.
En este caso optan por una reinterpretación más audaz: pan brioche artesano empapado en ron Zacapa 23, servido sobre una cama de toffee y acompañado de helado de limón. El resultado es una explosión de contrastes que sorprende y enamora.