En 1965, en la calle Cordelería, en el barrio del Orzán, nació Café Siboney, una empresa familiar fundada por Cesario Gómez junto a su hijo, quien llevaba su mismo nombre. Lo que comenzó como un sueño ha evolucionado a lo largo de tres generaciones hasta convertirse en un referente del café de especialidad en Galicia y más allá. Café Siboney está presente durante los tres días del Galicia Fórum Gastronómico, que se celebra hasta el 25 de marzo en EXPOCoruña. 

Nacho Gómez, quien junto a su hermano Jorge representa la tercera generación de la empresa, recuerda los inicios humildes de Siboney: “Los orígenes, como toda empresa familiar, fueron duros, con mucho trabajo y muchas horas de dedicación”. Desde la calle Cordelería, Siboney se trasladó a la calle Santo Tomás, en Monte Alto, mucho antes de que se convirtiera en un barrio de moda. Finalmente, hace más de 30 años, establecieron su sede en La Grela. 

Con el paso de las generaciones, Siboney ha evolucionado, especialmente con la llegada de Nacho y Jorge, quienes comenzaron a cuestionar el origen y la calidad del café que compraban. “Empezamos a viajar a los países productores, a conocer a los caficultores, y a entender de primera mano el producto con el que trabajábamos”, explica Nacho.

El café de especialidad, que hoy está en auge, ha sido la filosofía de Siboney desde hace más de 15 años. “Fuimos los primeros en A Coruña en apostar por el café de especialidad. Hay abuelas que llevan 15 años tomándolo sin saberlo, y ahora son los nietos quienes han descubierto esta tendencia”, comenta Nacho con una sonrisa. 

Además de tostar y distribuir café a cafeterías en toda Galicia y Madrid, Siboney también gestiona sus propios coffee shops, donde los clientes pueden disfrutar de un buen café en un ambiente acogedor. “Llevamos muchos años formando a la gente, ofreciendo visitas guiadas a nuestro tostadero y dando charlas sobre café de especialidad”, afirma Nacho, destacando el papel de Siboney en la educación del consumidor.

El sector del café enfrenta importantes desafíos, desde el cambio climático hasta el incremento del consumo global, especialmente en China. “A medida que aumenta la demanda y disminuye la producción, los precios se disparan. Nunca en la historia del café había sido tan caro como ahora”, advierte Nacho.

Si bien el café es la esencia de Siboney, la empresa ha diversificado su oferta. Nacho, quien vivió seis años en Londres, desarrolló una pasión por el té, lo que les llevó a incluir infusiones en su catálogo. También han apostado por productos complementarios como licores de alta calidad, cápsulas compostables y matcha ecológico. “Hoy en día, las bebidas funcionales están de moda, y el café, además de ser un placer para el paladar, aporta numerosos beneficios al organismo”, comenta Nacho.

Con la cuarta generación mostrando interés en el negocio familiar, el futuro de Siboney parece prometedor. “Nos encanta lo que hacemos y vemos que nuestros hijos también están interesados. Eso nos motiva a seguir adelante y a continuar con nuestra pasión por el café”, concluye Nacho.