El primer ministro británico, Boris Johnson, perdería su escaño si se celebraran mañana elecciones en el país, a raíz de la divulgación de un informe sobre las fiestas celebradas en oficinas públicas durante la pandemia, según una encuesta divulgada este sábado por The Times.
El resultado del sondeo elaborado por la firma YouGov sugiere que la gobernante formación tory quedaría aniquilada en circunscripciones tradicionalmente laboristas que los conservadores ganaron en los comicios generales de 2019, como Blyth Valley, Burnley, Leigh, y Stoke-on-Trent North.
Según esto, los tories perderían todos, excepto tres, de los 88 escaños que poseen por un ligero margen sobre los laboristas.
La encuesta halla que Johnson se quedaría sin su escaño en Uxbridge & South Ruislip, y que gran parte de las circunscripciones de Londres y alrededores pasarían al Laborismo.
Cada vez son más las voces tories que exigen a su líder que dimita. Anoche, el diputado conservador Bob Neill, presidente de la comisión parlamentaria de justicia, exigió públicamente la marcha de Johnson por el "comportamiento inaceptable" del Ejecutivo durante los confinamientos.
El informe de la alta funcionaria Sue Grey, publicado el pasado 25, insta a que los líderes del país "asuman su responsabilidad" por las infracciones de las reglas anticovid.
El documento - de 37 páginas y acompañado por varias fotos del primer ministro presente en celebraciones- dice que "muchos de esos eventos no deberían haberse permitido" y que "la forma en que se desarrollaron no se ajustaba a la normativa covid en ese momento".
No obstante, los miembros del Gobierno que han contravenido las normas de estándares ministeriales "de manera leve" no tendrán que dimitir ni afrontarán el despido, según ha trascendido, debido a unas nuevas pautas adoptadas por el Ejecutivo.
Tradicionalmente en el Reino Unido se espera que los diputados abandonen sus cargos si se demuestra que han quebrado las reglas del código ministerial de cualquier manera.
Sin embargo, en este caso, el primer ministro ha podido optar por sanciones menores en los casos en que se han identificado infracciones del citado código ministerial.
Los cambios siguen a una revisión del código del Comité de Estándares de la Vida Pública -un organismo asesor-, que ha indicado una serie de recomendaciones en un informe.
Paralelamente, el primer ministro afronta una investigación por parte de una comisión parlamentaria para esclarecer si llevó a engaño al Parlamento sobre las citadas fiestas en los confinamientos.
Chris Bryant, el presidente del Comité de Estándares en el Parlamento, dijo hoy a una emisora británica que la "suavización" del código ministerial por parte de Johnson muestra por qué debería existir un sistema independiente en el que no haya ninguna implicación del primer ministro para juzgar la conducta de los parlamentarios.
"Es necesario que haya un sistema apropiado, bien con una figura independiente, que funcione totalmente sin la implicación del primer ministro, que decida si abrir o no una investigación sobre un diputado, y decida si un caso es muy grave o menos grave, y que entonces sugiera una sanción", opinó.
En este caso, agregó Bryant, "no es lo que tiene el primer ministro, siguen siendo todo mentiras en manos del primer ministro y ahora sabemos que el primer ministro siempre se declara inocente en el tribunal de su propia opinión".