Irán convierte el entierro de Raisí en una muestra de fuerza y continuidad

Irán convierte el entierro de Raisí en una muestra de fuerza y continuidad
Un grupo de mujeres, con pósters del presidente, durante el funeral, en Teherán /EFE/EPA/ABEDIN TAHERKENAREH

Con cientos de miles de participantes, delegaciones internacionales y aliados de la región, la República Islámica de Irán ha querido dar una imagen de fuerza y continuidad con los funerales del fallecido presidente Ebrahim Raisí, ante la incertidumbre que provoca la pérdida de un mandatario.


La muerte de Raisí y el ministro de Exteriores Hosein Amir Abdolahian en un accidente de helicóptero el domingo llega en un momento de fuertes tensiones en Oriente Medio y con la sucesión del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, de 85 años, de fondo.


De hecho, Raisí, ultraconservador de 63 años, sonaba entre los favoritos para suceder a Jameneí, aunque en realidad no se sabía -ni se sabe- quién va a ser el próximo hombre fuerte de la República Islámica.


Su muerte fuerza al país a celebrar elecciones presidenciales en un momento de gran descontento entre la población por la represión social y política, además de la mala situación económica, lo que augura una baja participación.


Baño de masas

Ante estas incertidumbres, la República Islámica se ha dado un baño de masas con las ceremonias funerarias de Raisí, Abdolahian y los otros seis fallecidos en el accidente en el noroeste del país.


El país ha celebrado masivas procesiones funerarias en Tabriz, la ciudad más próxima al lugar del accidente, Qom, urbe sagrada del chiísmo, en Teherán y hoy en Birjand y más tarde en Mashad, lugar de enorme importancia religiosa, donde será enterrado Raisí.


En Teherán se echaron ayer a las calles cientos de miles de personas en una procesión organizada por las autoridades, que habían llamado a la población a asistir a los actos y declarado una jornada no laboral.


En Irán las concentraciones públicas tienen una gran importancia política y social ya que fueron uno de los factores decisivos en la victoria de la Revolución Islámica en 1979.


"Raisí fue elegido con la menor participación en la historia de Irán. Pero como este funeral indica, eso no niega que los conservadores tienen una base de apoyo y que el poder establecido puede movilizar grandes multitudes”, escribió en X Mohammad Ali Shabani, director del medio regional Amwaj.


El ultraconservador llegó al poder en las elecciones de 2021 con un 48 % de participación y después de que fuesen vetados los candidatos reformistas, que apoyan cierta apertura del país.


Durante su mandato se intensificó la represión contra críticos, activistas y periodistas, y en especial contra las mujeres por la falta de uso del velo, lo que provocó las mayores protestas contra la República Islámica en años y que se saldaron con 500 muertos.


Esa falta de popularidad entre buena parte de la población también se vio ayer en algunas zonas de Teherán, donde mucha gente aprovechó la jornada no laboral para salir a cafés y restaurantes ajenos a los funerales, lo que pone de manifiesto la división en el país.


Recepción Internacional y continuidad exterior

Además de la masiva presencia de iraníes en las calles, en torno a unas 60 delegaciones internacionales presentaron sus respetos a Raisí y los otros fallecidos en el Centro de Conferencias Internacional de Teherán.


Entre ellos destacaron los primeros ministros de Irak, Armenia, Pakistán, Catar, Azerbaiyán, Siria o Georgia, además de los cancilleres de Venezuela, Turquía, Egipto, Bielorrusia, Omán, Kuwait, Emiratos Árabes o Sri Lanka.


A ellos se sumaron representantes de Nicaragua, China, Rusia, Argelia, Serbia y de aliados iraníes regionales como Hamás, los hutíes del Yemen o Hizbulá.


Algunos de los visitantes se reunieron con Jameneí, lo que sirvió para que la máxima autoridad del país reiterase la continuidad de la política exterior del país.


"Mojber (el presidente en funciones), quien es responsable de los asuntos ejecutivos del país según la Constitución, continuará las políticas y orientaciones del difunto presidente con respecto a Palestina con la misma motivación y espíritu”, dijo el líder en una reunión con el líder político de Hamás, Ismail Haniyeh.


Mismo mensaje que se transmitió al primer ministro de Irak, Mohammed Shia al-Sudani, o al mandatario armenio Nikol Pashinyan.


Aunque quizás lo explicó mejor el ministro de Exteriores en funciones, Ali Bagheri Kani.


"La política exterior delineada por el líder supremo de la Revolución Islámica se aplicará con firmeza y determinación", aseguró en declaraciones a medios iraníes el diplomático.

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