Miedo entre los gazatíes hacinados en Rafah a una ofensiva terrestre de Israel

Miedo entre los gazatíes hacinados en Rafah a una ofensiva terrestre de Israel
Un grupo de mujeres palestinas, en el exterior de un edificio bombardeado por el ejército israelí en Rafah | Haitham Imad (Efe)

Entre edificios atestados de gente o tiendas repartidas hay unos 1,3 millones de palestinos hacinados en Rafah ven cada vez con más temor la posibilidad de una ofensiva israelí contra la ciudad, en el extremo sur de Gaza y único lugar de la Franja donde Israel aún no accedió por tierra.


Según fuentes locales, en las últimas horas aumentaron los bombardeos sobre la urbe. Israel también mató al jefe de la policía gazatí de Rafah –bajo control de Hamás–, y las hostilidades en aumento hacen que muchos lo interpreten como un paso previo al inicio de una ofensiva terrestre en la zona, fronteriza con Egipto.


Rafah, con unos 275.000 habitantes antes de la guerra, quintuplicó su población con masas de desplazados interiores que tuvieron que evacuar el norte de la Franja y la ciudad de Gaza. No hay casas, mezquitas o escuelas que no estén abarrotadas, mientras las tiendas con desplazados están por todas partes. Ahora, el miedo es tener que escapar de nuevo, sin saber adónde. 


El precio de los productos básicos, desde el pan hasta la leche para bebés –si es que están disponibles–, sufre un incremento exponencial debido a la escasez, mientras que la ayuda humanitaria no da para cubrir las necesidades de la población. En medio de la desesperación, muchos en Rafah valoran si evacuar al centro de la Franja , ir a Egipto o quedarse en la ciudad en caso de ofensiva.

 

Pasos para una tragua


Todo ello, mientras el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, descartó el miércoles un pacto de tregua, tras una propuesta del grupo islamista palestino Hamás para liberar a los rehenes israelíes.  Apeló a seguir “la presión militar” sobre el enclave para “no sucumbir” hasta “la victoria absoluta” contra Hamás, que sigue oponiendo resistencia armada. 


Netanyahu dijo que las tropas israelíes seguirán “hasta el final”, lo que generó temor entre los palestinos a medida que el ejército sigue combatiendo en Jan Yunis, también en el sur, y urbe próxima a Rafah. 
La ONU advirtió de que una ofensiva en esta ciudad podría ser “un crimen de guerra” por la gran densidad de civiles que se hacinan en ella. EEUU también pidió a Israel que, si inicia una operación militar ahí, tome medidas para proteger a los civiles. 


Mientras, los principales mediadores en el conflicto, Catar y Egipto, se reunieron ayer en El Cairo en una nueva ronda de negociaciones con las facciones palestinas para abordar la cuestión, y reducir algunas de las demandas de Hamás para una tregua. 


La ONU denunció ayer que Israel no está dando acceso para la entrega de comida en el norte de Gaza desde hace dos semanas, zona que está “al borde de la hambruna”. 

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