Las protestas desatadas por la muerte de la joven iraní Mahsa Amini tras ser detenida por no llevar el velo se acercan al mes de duración sin síntomas de agotamiento, como mostraron las movilizaciones de ayer.
Los jóvenes iraníes se echaron ayer a las calles una jornada más al grito de “mujer, vida, libertad” o “muerte al dictador” en la víspera de cumplirse un mes de la muerte de Amini, que provocó fuertes protestas contra la República Islámica y que costaron la vida a más de un centenar de personas.
Los jóvenes respondían así al llamamiento de un colectivo de activistas, que pidieron a los manifestantes que se movilizaran en “nuevas zonas” para disminuir los riesgos y tratar de reducir la presencia de las fuerzas de seguridad.