La Alta Autoridad Independiente para las Elecciones (ISIE) de Túnez ha anunciado este lunes que el presidente tunecino, Kais Saied, ha ganado las elecciones presidenciales de este domingo con un 90,69 por ciento de los votos en unos comicios marcados por la baja participación y por las críticas al proceso electoral.
El presidente de la ISIE, Faruk Buaskar, ha detallado en una rueda de prensa que Ayachi Zamel, líder del partido liberal Azimun, ha logrado recabar un 7,35 por ciento de los votos, seguido de Zuhair Magzhaui, líder del progresista Movimiento del Pueblo (Echaab), con 1,97 por ciento de los apoyos.
Asimismo, el dato de participación se ha situado en un 28,8 por ciento, según ha informado Buaskar. Cerca de 9,7 millones de personas estaban llamadas a las urnas en el marco de unos comicios marcados por la persecución y descalificación de varios opositores, entre ellos Zamel, detenido y condenado con tres sentencias que suman más de una década de prisión.
La estimación de la encuestadora Sigma Conseil, una organización privada no oficial, daba un 89,2 por ciento de los votos a Saied, mientras que a Zamel le pronosticaba un 6,9 por ciento de las papeletas y a Magzhaui, un 3,9 por ciento.
Saied, quien en los comicios de 2019 se impuso en la segunda vuelta con el 72,7 por ciento de los votos --frente al 27,3 recabado por el magnate Nabil Karui, que permaneció encarcelado la mayor parte de la campaña electoral--, ha encabezado desde 2021 una campaña de creciente represión que ha limitado el espacio cívico, lo que pone en duda la representatividad de los comicios.
Túnez, considerado como uno de los pocos ejemplos de éxito democrático tras el estallido de la 'Primavera Árabe', ha sufrido durante el último lustro un retroceso en derechos y libertades que ha sido achacado al presidente, lo que ha llevado a sus críticos a trazar paralelismos con Zine el Abidine ben Alí, quien gobernó el país de 1987 a 2011, y cuyo largo mandato acabó precisamente con esta revolución.