El creciente y evidente deterioro del paseo marítimo de Santa Cruz ya no preocupa solo al Gobierno local de Oleiros. Son los propios usuarios de la infraestructura, cuya competencia comparten el Gobierno central y el autonómico, los que alertan de que las violentas acometidas del mar están dañando partes que se repararon recientemente.
“La zona en la que se encontraban las instalaciones de Salvamento Marítimo está comenzando a agrietarse de nuevo. Poco a poco, el mar va rompiendo el cemento y las grietas ya se ven en el suelo”, asegura un vecino de este núcleo oleirense perfecto conocedor de la situación del paseo porque a diario lo recorre en ambas direcciones.
El principal temor que alberga, al igual que los usuarios que se encuentran al tanto de las deficiencias del paseo, es que el deterioro alcance tal magnitud como cuando un camión fue literalmente ‘tragado’ al venirse abajo el firme de la infraestructura. Las mejoras realizadas tanto por la Xunta, a través de Augas de Galicia, como por el propio Ayuntamiento de Oleiros parece por lo visto que no han servido para apuntalar un recinto porque el diariamente transitan centenares de personas, entre vecinos y visitantes.
Cabe indicar que el alcalde, Ángel García Seoane, ha puesto el grito en el cielo en innumerables ocasiones por el estado que presenta el paseo e incluso se ha aprobado una moción en la última sesión plenaria para solicitar la cesión al Ayuntamiento del tramo autonómico para que el Estado realice mejoras antes de que la estructura desaparezca por el efecto del mar.
El deterioro denunciado por los residentes no se limita, sin embargo, al firme del paseo. También la pasarela peatonal que enlaza la estructura con el emblemático castillo de Santa Cruz precisa de una urgente intervención.
Una intervención que solicitó el mandatario local en una reunión que mantuvo el pasado mes de febrero con representantes de Demarcación de Costas. El coste del proyecto oscila entre los 400.000 euros de una reparación y el millón por la sustitución.