Al final no resistió la presión. Hace un par de semanas dijo que no tenía humor para disfrazarse y realizar su particular representación humorística en la fiesta de Carnaval que se celebra anualmente en el pabellón de deportes de Santa Cruz pero el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, no aguantó y el Antroido se hizo con él.
No obstante, en esta ocasión optó por una vestimenta tradicional, como lo es la de mosquetero del rey de Francia, y dejó a un lado la crítica política y más visceral.