Un mes ha tenido que transcurrir para que la empresa encargada de mejorar el alumbrado público entre el núcleo de Lamastelle y la glorieta de As Pedreiras, en Montrove, retomase los trabajos. El pasado mes de enero comenzó la instalación de 22 luminarias sobre la senda peatonal que enlaza ambos enclaves pero, por razones que no ha sido posible precisar, gran parte de los postes permanecieron a la intemperie, en uno de los márgenes de la vía autonómica AC-174, a la espera de ser colocados.
Y fue ayer cuando se completó esta obra que el Gobierno local de Oleiros sacó a contratación a finales del pasado año con un presupuesto de más de cien mil euros, que afecta a un tramo viario de unos seiscientos metros de longitud. La iniciativa mejorará la seguridad vial y la integridad física tanto de los residentes de esta zona limítrofe entre las parroquias de Nós, Liáns y Oleiros, especialmente de los usuarios de la residencia geriátrica situada en el lugar conocido como Agra de Lamastelle.
La instalación de las 22 luminarias pone punto final a un proyecto que se ideó hace más de una década cuando el Ayuntamiento, que preside Ángel García Seoane, reclamó a la Xunta la construcción de sendas peatonales en una vía de su competencia como es la AC-174. Tras sucesivos tiras y aflojas la Consellería de Infraestruturas aprobó, en abril de 2017, un proyecto que a través de aceras enlazaba Lamastelle y As Pedreiras y este último punto con O Carballo, en las inmediaciones del colegio Cristo Rey.
La obra suponía una inversión de casi 800.000 euros en la mejora de la seguridad viaria y la calidad de vida de los vecinos de la zona. La actuación incluía un tramo de senda peatonal de dos metros de anchura y una longitud aproximada de 1.160 metros (Lamastelle-As Pedreiras), de hormigón colorado y separada de la calzada por una franja de cincuenta centímetros y borde.
El otro tramo, entre el centro educativo de O Carballo y As Pedreiras, también se proyectó sobre un ancho de dos metros en un tramo, en este caso, de unos 1.850 metros, con un separador verde de cincuenta centímetros y borde de hormigón. En este caso, al ejecutarse la senda en una zona que atravesaba un área de protección forestal se decidió construirla en terreno estabilizado.
Sin embargo, que la Xunta aceptase llevar a cabo la construcción de ambas sendas peatonales no satisfizo totalmente al Gobierno local oleirense. García Seoane consideraba que el proyecto también tendría que incluir la instalación de alumbrado. Finalmente, ante la negativa de la Consellería de Infraestruturas a modificarlo, el Ejecutivo local se hizo cargo de una mejora que finalizó en el día de ayer.