Uno de los ejemplos de arquitectura indiana del que pueden presumir los vecinos de Oleiros se está levantando el velo para mostrar su renovada imagen.
Tras varias semanas de trabajo y ajetreo, se dan por concluidas las obras de reforma que afectaron (para bien) al edificio de la Casa Charry. Se trata del inmueble que alberga el salón de plenos y una sala de exposiciones y que se encuentra en las inmediaciones de la casa consistorial, en el lugar de A Rabadeira.
Contraste
Los trabajos se centraron esencialmente en las cuatro fachadas exteriores que fueron pintadas con un azul intenso que contrasta con el blanco de los ventanales y las galerías del inmueble.
Un grupo de operarios se afanaban ayer en la retirada del andamiaje y las redes que cubrieron las paredes del inmueble durante el tiempo que se empleó para ejecutar los trabajos.
No es esta la primera reforma que se lleva a cabo en el emblemático edificio que el Ayuntamiento adquirió en su momento a un particular para destinarlo a fines municipales.
Humedades
Una de las últimas fue la que se llevó a cabo a finales de la pasada década cuando se sometió al inmueble a una profunda reforma para reducir en lo posible las humedades, que causaron en cierta ocasión el desplome de un falso techo.
Cabe indicar, sin embargo, que esta última reforma no afectó a la utilización del inmueble ya que se siguió usando como sede plenaria y sala expositiva.