Si se es honesto con las cifras, el radar fijo ubicado en la AG-55, a su paso por la parroquia arteixana de Loureda, hay que concluir que ‘se ha ablandado’ con respecto a 2019 y solo ha impuesto 37 multas al día durante las 366 jornadas del pasado ejercicio de 2024. Si en 2019, este dispositivo instalado en el punto kilométrico 11,7, registró 18.844 infracciones de velocidad de tráfico el año pasado la cifra alcanzó solo las 13.533 sanciones.
Un dato que lo ‘baja’ del primer puesto al cuarto en un peculiar ránking de 50 radares españoles realizado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). En cabeza se quedan los dispositivos del kilómetro 9,2 de la A-55, en Pontevedra, con 45.522; el del 541 de la A-8, en Lugo, con 17.618, y, nuevamente, el del 11,7, de la A-55, con 15.229.
Según datos facilitados por la AEA, durante 2023, los radares de la Dirección General de Tráfico (DGT) formularon 3.355.287 denuncias por exceso de velocidad. Y, sin embargo, aunque supone una disminución del 9,4% sobre las realizadas en el mismo período del año anterior (3.704.675) hubo radares que incrementaron sus números sancionadores en un 500%.
La entidad destaca, además, que solo los 50 radares indicados, de los más de mil que tiene Tráfico desplegados por las carreteras españolas, registran más del 30% del total de denuncias que la DGT formula cada año en las vías de su competencia (1.245.053). Por comunidades autónomas, el informe apunta que los dispositivos más activos se localizan en Andalucía, con 436.273 denuncias formuladas; Madrid, con 210.792 y Valencia, con 127.063. Por el contrario, los radares ubicados en Asturias (26.083), Extremadura (27.590) y Castilla y León (33.259) son los que menos multas contabilizaron.
El radar más activo se encuentra ubicado en la capital de España. En concreto, está en el punto kilométrico 20,2 de la vía de circunvalación M-40, con un récord de 118.149 denuncias.
El presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que la DGT debería replantearse su política de radares. “En estos puntos no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación”, apunta el responsable.
También denuncia que una serie de dispositivos han incrementado su actividad de una manera exponencial. El anteriormente citado de la M-40 ha pasado de formular 17.412 denuncias en el año 2022 ha 118.149 en tan solo un ejercicio.