Hastiado de una prédica en el desierto que supera ya las dos décadas contra la invasión del plumacho argentino, no se muestra dispuesto a que se repita la historia con el picudo rojo.
Por este motivo, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, llama a la Cruzada contra el ‘Rhynchophorus ferrugineus’, un gorgojo, de entre dos y cinco centímetros, que se hospeda en las palmeras y que, de no mediar remedio alguno, las seca irremediablemente.
Paneles eléctricos
La primera decisión que ha adoptado el regidor es proclamar ‘orbi et orbi’, a través de los siete paneles eléctricos estratégicamente situados a lo largo y ancho del municipio, que la presencia del ‘hereje’ supone una peste para los árboles, obviamente, pero también para el resto de los mortales.
Bajo el lema ‘Peste do Picudo. Salvemos as palmeiras’ el Ayuntamiento llama a la Guerra Santa contra un ‘bicho’ de color rojizo (de ahí su apellido) que perfora galerías de más de un metro de longitud en los troncos de la planta comprometiendo de manera seria su existencia.
Decisión tajante
La siguiente resolución de García Seoane, y más tajante, es pedir a los propietarios de palmeras desahuciadas que se deshagan de ellas, con todo el pesar que eso provoque, para intentar salvar a las que todavía están sanas.
Apunta que para algunos ejemplares, los que contaminados pero en buen estado, hay solución: ponerse en contacto con los servicios municipales.
Ellos serán los encargados de buscar el modo de erradicar la plaga porque, según el mandatario local, existen modos de combatir un escarabajo originario de Asia tropical.
De que ‘del picudo rojo se sale’ pone como ejemplo, García Seoane, que las más de 130 palmeras propiedad del Ayuntamiento están todas en perfecto estado. Gracias, de nuevo, a los servicios municipales competentes.