El Banco Europeo tiene en su poder casi el 33% de la deuda pública española, el límite alcanzado por la institución para dejar de adquirir la compra de más deuda, como lo vino haciendo de forma masiva, según la norma, al llegar a la cifra señalada el BCE, no puede adquirir más deuda, lo que puede suponer un gran palo para el ejecutivo de Sánchez, En la práctica, toda la deuda española emitida desde la pandemia está en manos de dicho organismo.
Según datos del Tesoro español, dicha deuda en manos del BCE al 30 de septiembre, alcanza más de 368 mil millones de euros, lo que suponía a esa fecha el 32% del total. Mientras los inversores internacionales tenían en su poder casi otro 44%, el resto hasta 1,4 billones, está en manos de la banca española, a esta altura seguramente, ya se habrá alcanzado el límite establecido del 33%.
Si se cumple la normativa del límite establecido, el BCE debería dejar de adquirir la deuda española, por tanto, la situación no pinta nada bien para el ejecutivo presidido por Sánchez. Pese a que en el 2021 se redujo la emisión de deuda a 75 mil millones de euros. De todos modos, altos dirigentes de la propia entidad bancaria europea, señalan que se podría pasar por alto este límite llegado el momento, según las circunstancias.
Otras fuentes indican que el BCE, está dispuesto a reducir el programa de la adquisición de deuda a partir del mes de marzo de este año, hasta un volumen de 20 mil millones, cuando en el ambiente se observa con preocupación la inflación que llegó para quedarse y no será ni transitoria, ni coyuntural. Está propiciada por los fuertes incrementos de los precios de las energías que se han disparado y con ello arrastran a las materias primas, a causa de penalizar fiscalmente los canales de abastecimiento en general con gravámenes elevados que causan la distorsión de los mercados.
La inflación será por tanto un factor añadido de preocupación para la economía y sus ciudadanos, al ver con estupor como la cesta de la compra sube a diario y mengua su salario, hasta el punto que sea imposible de sostener el modelo en que se asienta. Es preciso acometer cambios fiscales más ajustados a la realidad, no sobre el papel.
Si los tipos de interés comienzan su escalada, la deuda pública española asentada sobre un barril de pólvora, tendrá que pagarse un interés por su tenencia, para que sea rentable adquirirla. De modo que habrá que ir pensando en reducir deuda y tamaño del Estado también. En la actualidad no es posible sostenerlo, se precisa recortar el gasto público corriente, reducir empleo público, organismos del Estado en general, así como competencias autonómicas, todo aquello que es improductivo, al igual que cargos públicos de todo tipo y sobre todo, aquellos nombrados a dedo con cargo a las cuentas públicas, al reducir el tamaño, se reduce también la deuda.
Ingresos ya no hay de donde sacarlos, el país está que chirría por los cuatro costados, no es fácil la empresa, pero no queda otra. Solo trabajo.