Unanimidad no hay ni en esto, pero es muy cierto que una inmensa mayoría de españoles queremos a Nadal. Nos ha dado inmensas alegrías y hemos sufrido con él también sus derrotas, pocas, y sus momentos duros, demasiados. Este domingo se coronó por 14ª vez campeón en Paris, un récord que parece casi imposible de batir y añadió un gran slam más a su cuenta para poner el 22 en su casillero, ampliando a dos la distancia con sus seguidores, Federer y Djokovic.
Una vez más hemos compartido su alegría y al tiempo, cada vez más creciente, la tristeza por una ya cada vez más cercana retirada. El mismo lo ha dicho, en estos próximos días o semanas tomará una decisión al respecto. Lo hará como sabe, pues si es, en verdad, un portento físico y tenístico, es en parte, y mucha, porque además de facultades lo que tiene es una cabeza muy, muy, bien amueblada
¿Y cuál es el sentimiento de la gente ante ello?. Pues no lo sé, porque hay mucha mezcla de sentimientos, pero les digo cuál es el mío, que pienso que no pocos compartimos. Si puede seguir en plenitud y encuentran alguna solución a su lesión y dolor crónicos, que siga. Pero si no es así, que no sufra, que no queremos verlo sufrir ni sufrir con él nosotros por tal causa. Que él, su salud y su felicidad es lo que importa y no va a tener, tal vez, mejor momento que este para el adiós. Irse en la cúspide y en la victoria, dejarse a sí mismo y dejarnos a todos esa última imagen como el boche final de su carrera, de él levantando en Paris la Copa de los Mosqueteros. Porque lo admiramos como deportista, pero lo queremos, si cabe más, como persona.
Rafael Nadal Parera es uno de esos contadísimos personajes que es un verdadero ejemplo, por inusual, de comportamiento y de ser gente cabal en todo lugar, escenario y momento. Y por ello es porque hay algo que no deseamos: verlo sufrir.
Puede que para él sea ahora algo ante lo que sienta un cierto y muy entendible vértigo. El tenis y la competición ha sido casi toda su vida y de ella cerca de 20 años en la cima. Pero estoy seguro que también tiene muy claro que hay muchas otras cosas que le quedan por hacer aunque ya no sea la meta el ganar un gran trofeo. En realidad, ya lo lleva haciendo, con sus proyectos, desde hace bastante tiempo.