O Mosteirón se inauguró en 1954 como Residencia Carmen Polo de Franco. Unas instalaciones adscritas al Instituto Social de la Marina destinadas a vivienda y escuela de los huérfanos del mar que en estos más de setenta años se ampliaron y evolucionaron con la sociedad y que desde hace casi dos decenios se integran en la red de centros de la Xunta divididas en dos (Colexio de Infantil e Primaria e Instituto de Educación Secundaria).
En los espacios que ocupa este último acaban de restaurar un mural de cerámica esmaltada que, teniendo en cuenta su origen y la época en que se creó, sorprende por lo ‘revolucionario’ de su contenido y por las condiciones en las que se mantuvo, pues la construcción de este ala es de comienzos de los 70. “O proxecto é incluso anterior, do 68 ou 69”, matiza el director el IES O Mosteirón, Marcos Doval.
La obra, compuesta por ocho secuencias independientes, recrea ambientes exclusivamente sadenses, vinculados al mar, a la cultura y al campo; representa escenas características de Galicia, como las celebraciones ‘entroideiras’ o las romerías, y evoca a tres de las figuras más importantes de la comunidad: Rosalía de Castro, Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y Ramón María del Valle Inclán. En un mural de un centro con el nombre de Carmen Polo, en los últimos años de la Dictadura de Franco y a solo un kilómetro de Meirás. “É, cando menos, algo curioso”, explica Doval.
La rehabilitación, que acometió la empresa viguesa Troa Conservación e Restauración, especializada en este tipo de intervenciones, se acometió hace unos meses con una subvención de la Consellería de Educación que ascendió a 25.000 euros y ahora, mientras siguen investigando para dar con su autor, valoran la edición de una guía didáctica para conocer la obra, para lo que cuentan con el compromiso del Ayuntamiento de Sada.
“A conservación era relativamente boa para estar tan desprotexido, exposto ao sol e aos temporais, pero faltaban algunhas pezas”, detalla el director antes de explicar que, para realizar una restauración óptima, recurrieron a los archivos de la época, “onde atopamos imaxes –incluso algunha peza audiovisual– orixinais, da inauguración do edificio, que nos permitiron reproducir os elementos desaparecidos”, lo más complicado de la actuación, que se completó entre el otoño y el invierno de 2024.
De las indagaciones para encontrar a su creador se encarga Xavier Cabanas Cao, un profesor de Lingua Galega que durante años animó a sus alumnos a observar el mural y analizar las distintas escenas, tanto en Primero como en Segundo de ESO.
“Saíamos ao balcón, e primeiro facían unha descripción do que miraban para despois, na aula, intercambiar os escritos cos compañeiros, debuxar aquelas palabras...”, comenta antes de aclarar que las averiguaciones para determinar la autoría se centran ahora en aclarar su vinculación con el de la entrada de la Casa do Mar da Coruña, de estética y época similares, toda vez que se descartaron la existencia de una composición similar en el entorno y su relación con Cerámicas do Castro, cuyas instalaciones, por cierto, también aparecen en el mural, donde se aprecia la cubierta del actual Museo Carlos Maside y las instalaciones del antiguo Laboratorio de Formas de Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane. “Cheguei a falar cun dos fillos de Isaac”, apunta Cabanas.