Seis de cada diez mujeres aseguran haber sufrido violencia obstétrica

Seis de cada diez mujeres aseguran haber sufrido violencia obstétrica
Violencia Obstetrica recurso maternify

La mala praxis durante un parto ha dejado en Galicia una condena de 13 millones de euros a una aseguradora por una negligencia médica por el retraso en una cesárea que provocó graves secuelas a un bebé. La noticia, que saltó a los medios hace unos días, supone una indemnización récord en España por mala praxis médica. 

 

Maternify es una startup que tiene por objetivo extender en España el concepto de maternidad respetada, poniendo sobre la mesa la realidad de la violencia obstétrica en nuestros hospitales, tanto públicos como privados. La compañía de matronas y otros profesionales de la maternidad a domicilio y online, que ofrece apoyo a las familias más allá de lo médico, empoderando a las madres para que tomen decisiones informadas y respetadas, ha publicado este estudio para dar a conocer la realidad que se vive en España con respecto a la violencia obstétrica y concienciar así sobre este problema.  

 

Dicha encuesta, en la que han participado más de 1.100 mujeres de toda España, revela que seis de cada diez mujeres en España cree haber sufrido violencia obstétrica en alguna de las etapas de la maternidad. 

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido este tipo de violencia hacia la mujer como “toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal”. Sin embargo, existe todavía cierto desconocimiento en torno a este término, además de una gran controversia a la hora de definirlo, especialmente dentro del colectivo sanitario, que hace más difícil que las mujeres que la han padecido puedan identificarla.

 

Sin embargo, la mayoría de mujeres encuestadas por Maternify (el 90%) confirma saber su significado e incluso el 78% asegura conocer en su entorno casos de violencia obstétrica.

 

Con respecto al momento en el que las mujeres la sufren, la mayoría, el 85%, reconoce haberla padecido durante el parto. Según el estudio de Maternify, entre las malas prácticas que recibieron destacan: la omisión de información por parte del equipo sanitario (el 46%  de las mujeres así lo asegura), la inducción al parto sin un motivo real médico o uso de técnicas o medicación de aceleración del parto sin causa justificada (el 29%), la práctica de la maniobra de Kristeller (el 25%), la episiotomía sin causa justificada (el 21%), recibir un trato paternalista o infantil (el 21%), o negar la posición de parto habiendo otras alternativas (el 18%), entre otras.

 

Todas estas malas prácticas hacen que las mujeres asocien un momento muy importante de sus vidas a la vivencia de malas experiencias. De hecho, el 60% de las mujeres que sufrieron violencia obstétrica tienen un mal recuerdo de su parto e incluso un 53% considera que todavía sufre las secuelas por lo vivido.

Además del parto, en otras etapas de la maternidad también hay numerosos casos de violencia obstétrica según las mujeres encuestadas. El 40% reconoce haberla sufrido también durante su embarazo o en el posparto

 

En el caso del embarazo, las mujeres aseguran haber tenido que enfrentarse principalmente a la omisión de información (al 57% le sucedió) o a recibir un trato paternalista o infantil (el 44%). 

 

En el periodo tras el parto o puerperio, que se caracteriza por ser una etapa en la que las mujeres se encuentran especialmente vulnerables, la violencia obstétrica se asocia también a la omisión de información y a un trato paternalista o infantil, pues el 40% asegura haberlo sufrido.  También a la ausencia de contacto piel con piel entre la mamá y el bebé aunque estuvieran ambos en buen estado, pues el 27% asegura que no se les permitió hacerlo a pesar de los beneficios que tiene para ambos (mejora las constantes vitales del recién nacido, es favorable para su desarrollo neurológico, psicológico y emocional, favorece a la creación del vínculo, a la lactancia materna...)

 

Además, el estudio refleja que al 14% de las encuestadas se les impidió lactar sin causa justificada aunque el bebé o la mamá estuviesen bien.
 

Otro dato que arroja el informe de Maternify es que el 67% de las mamás consideran no haber recibido suficiente apoyo por parte del personal sanitario en las diferentes fases de su maternidad, especialmente durante el parto, pues el 69% no se consideró apoyada, y en el posparto, ya que la gran mayoría (el 85%) no se sintió respaldada en esta fase, lo que pone sobre la mesa el abandono que sufren las familias en España tras dar a luz a un bebé.

 

Así lo refleja un estudio, en el que han participado más de 1.100 mujeres, realizado por la primera empresa en España de matronas a domicilio y online Maternify

 

“Estos datos ponen sobre la mesa el abandono que sufren las familias en España tras dar a luz a un bebé. El trato inadecuado y la escasez de información que reciben, debido sobre todo a la falta de conocimientos y tiempo por parte de los sanitarioshace que el comienzo de la montaña rusa que supone la maternidad empiece de una manera negativa, sumada a la inexperiencia, las hormonas y la falta de apoyo tanto dentro como fuera del hospital. Esto hace que aumenten muchísimo las depresiones posparto, situación que tampoco está apoyada adecuadamente por el sistema público y privado, y que las mujeres lleguen incluso a plantearse no tener más hijos”, comenta Carla Quintana matrona, cofundadora y Directora Médica de Maternify.


 

¿Hay diferencias entre la sanidad pública y privada?

 

Según el estudio de Maternify, tanto las mujeres que han sido asistidas en la sanidad pública como las que lo han hecho en la privada, se han enfrentado a una situación parecida, pues apenas varía la cifra de mujeres que reconocen haber sufrido violencia obstétrica (el 64% en la pública y el 61% en la privada).

 

De éstas, la mayoría admite haberse expuesto a la violencia obstétrica al menos, durante su parto. Concretamente, el 85% de las que parieron en la sanidad pública y el 89% de las que lo hicieron en la privada. 

 

Destacan los partos inducidos sin un motivo médico, pues en la sanidad privada se inducen o medicalizan, de media, un 34% más de partos por motivos injustificados. 

 

“Al medicalizar el parto aumenta exponencialmente el riesgo de acabar en una cesárea o en un parto instrumental, ya que el cuerpo no está aún preparado. Se han normalizado esas inducciones innecesarias y esa medicalización porque es algo habitual y se ha llegado incluso a pensar que no hay riesgos. Pero ¿cómo es posible que las mamás se cuiden tanto en el embarazo (haciendo deporte, comiendo sano, etc.) y llegue el día del parto y no se le dé importancia a una inyección de oxitocina que, en muchos casos, es innecesaria?”, comenta Quintana. 

 

También el número de casos de mujeres a las que se les ha practicado la maniobra de Kristeller es casi el doble en la sanidad privada (un 30% en comparación al 18% de la pública), y también la cesárea sin causa justificada, pues el 4% asegura haber sido intervenida en la sanidad pública y el 10% en la privada. Esto supone que el número de cesáreas practicadas sin causa justificada es 2'5 veces superior en la sanidad privada.

 

En cuanto al resto de fases de la maternidad, de las mujeres que aseguran haber padecido violencia obstétrica, el 41% de las que dieron a luz en sanidad pública y el 30% de las que lo hicieron en la privada admiten haberla sufrido, al menos, durante su embarazo. En el caso del posparto, admiten haberlo sufrido el 40% de mujeres de la pública respecto al 31% de las que lo hicieron en un centro privado.

 

Por tanto, el estudio muestra que la violencia obstétrica en la sanidad pública está más presente tanto en el embarazo como en el posparto con respecto de la sanidad privada, y es que el porcentaje de mujeres que sufrieron violencia obstétrica en estas fases de su maternidad es un 10% inferior en la privada.

Por apuntar algunos datos, casi el doble de mujeres (el 24%) admite haber sufrido omisión de información durante su embarazo por parte del personal de la sanidad pública, mientras que en la sanidad privada lo reconoce el 13%.

Seis de cada diez mujeres aseguran haber sufrido violencia obstétrica

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