El indicador de calidad de vida de España descendió 0,20 puntos en el pasado año 2022, hasta 101,64 puntos, debido a las dimensiones gobernanza y derechos básicos; experiencia general de la vida; ocio y relaciones sociales; seguridad física y personal; y entorno y medio ambiente.
Así lo refleja el Indicador Multidimensional de Calidad de Vida (IMCV) 2022 publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que, por el contrario, destaca que las dimensiones de trabajo, salud, educación y condiciones materiales de vida mejoraron su puntuación respecto al año anterior.
La evolución de este indicador va desde los 100 puntos de 2008 -primer año de la estadística- hasta los 101,83 de 2021, con 2009 como año en el que se alcanzó la cifra más baja (99,64) y 2019 con la mayor puntuación (102,02). El IMCV consiste en la construcción, con carácter experimental, de un indicador que sintetiza la información de los indicadores de calidad del INE, que ofrecen una visión panorámica de la calidad de vida en España.
Los indicadores provienen de diversas fuentes y están referidos en general a la población residente en España. Por comunidades, la Comunidad Foral de Navarra, La Rioja y Aragón presentaron los niveles más elevados de calidad de vida en el año 2022, al igual que en la pasada edición. En el lado contrario, los registros más bajos se dieron en las regiones de Canarias, Andalucía y Galicia.
Analizando las nueve dimensiones por separado, la Comunidad Foral de Navarra destacó en las dimensiones ocio y relaciones sociales; entorno y medio ambiente; y Experiencia general de la vida, mientras que el País Vasco en condiciones materiales de vida y educación.
Por su parte, Aragón destacó en trabajo; Madrid en Salud, Cantabria en seguridad física y personal; y la Comunidad Valenciana en gobernanza y derechos básicos.