Los cinturones de seguridad de los automóviles han servido para disminuir hasta en la mitad el riesgo de lesiones mortales de los ocupantes de los asientos delanteros de los vehículos, y su uso obligatorio cumple hoy medio siglo, una efeméride que conmemoran varias agencias de Naciones Unidas.
En 1973, Francia se convirtió en el primer país del mundo en legislar sobre estos dispositivos de seguridad, diseñados para impedir que los pasajeros de un vehículo salgan despedidos en caso de accidente.
Su uso obligatorio llegó tan sólo un año después a España, en 1974, y a lo largo de las siguientes décadas lo implantaron otros países europeos y norteamericanos.
Sin embargo, actualmente solo 105 países cuentan con normas específicas sobre estos dispositivos.
Para el enviado especial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, Jean Todt, "el uso obligatorio del cinturón de seguridad ha desempeñado un papel decisivo en la reducción de las muertes en carretera en toda Europa a partir de los años setenta".
De acuerdo con datos de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), el número de víctimas mortales de accidentes de tráfico en carretera en todo el continente disminuyó un 15 % entre 2010 y 2019.
La organización atribuye este descenso al uso extendido de los cinturones de seguridad en el Viejo Continente.
Por países, Grecia (un 63 % menos), Noruega (un 54 %) y Corea del Sur (un 51 %) han sido en los que se ha registrado el mayor descenso del número de muertes en carreteras, según el informe anual de seguridad vial del Foro Internacional del Transporte (FIT).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado no obstante que aún quedan muchas tareas pendientes en materia de legislación, especialmente en los países en desarrollo.
La OMS contabiliza cada año más de 1,35 millones de muertes en las carreteras, el 93 % en países de ingresos medios y bajos.
Todt cree que la ONU debe trabajar ahora con los gobiernos para garantizar que las condiciones de seguridad vial sean las mismas en todas partes.
"Esto significa adoptar y hacer cumplir leyes sobre el cinturón de seguridad acordes con las normas internacionales y facilitar el acceso a vehículos, tanto nuevos como usados, con cinturones de seguridad debidamente instalados", señaló.
Actualmente, estos dispositivos deben cumplir con los requisitos específicos que establece la ONU, que define también cómo se debe certificar que los cinturones protegen a los adultos, los ancianos y los niños.
Cada cinturón de seguridad tiene que contar con una marca de homologación en su hebilla, que atestigua que éste ha sido sometido a ensayos que simulan distintos escenarios de accidentes.