La Comisión Europea (CE) empezó a estudiar ayer si las grandes tecnológicas como Netflix, YouTube o Amazon deben contribuir a financiar las inversiones necesarias en el despliegue de las redes de internet de alta velocidad en la Unión Europea.
Bruselas lanzó ayer una consulta pública hasta el 19 de mayo para recabar la opinión de los actores económicos respecto a si “necesitamos repensar quién debe contribuir” a “las inversiones necesarias” para extender las redes 5G y 6G, capaces de transportar el amplio volumen de datos de la economía digital, dijeron fuentes comunitarias.
Los operadores de telecomunicaciones llevan tiempo reclamando que las grandes empresas tecnológicas contribuyan a financiar el despliegue de las redes, ya que creen que si lograron controlar su actual cuota de mercado es gracias a las inversiones realizadas en los primeros años de internet.
Una vez concluya el plazo de la consulta, la CE discutirá cuáles deben ser “las siguientes medidas” a adoptar, pues la cuestión de la “justa contribución” es compleja.
La Comisión no concreta qué fórmula podría adoptarse para que los gigantes de internet financien parte de las inversiones de aquí a 2030. Su objetivo ahora es “tener en cuenta todos los cambios que se producen en el mercado y su impacto en el futuro del sector de las comunicaciones electrónicas”.
Bruselas quiere “entender los desarrollos tecnológicos”, “escuchando a diversos actores, no solo a los operadores de telecomunicaciones” y ver “cómo puede afectar a sus modelos de negocio”. También se analizará el impacto en los consumidores.
Mientras, el Ejecutivo comunitario propuso ayer una nueva directiva para reducir los costes de las inversiones. La propuesta pretende rebajar los costes burocráticos para el despliegue de las redes, facilitar que los operadores reutilicen infraestructuras públicas ya construidas y reducir el impacto medioambiental del despliegue de las redes.