Es la tercera vez que se suben al estrado a recoger un trofeo. Esta vez, la Real Academia Galega de Ciencias no quiso pasar de largo ante el software que salió con patas de su local de la calle Real y distinguió a la firma coruñesa Qubiotech, Health Intelligence con el galardón de mejor caso de éxito empresarial dentro de la primera edición de los Premios de Transferencia de Tecnoloxía en Galicia 2015. Cuenta uno de sus capitanes, Pedro Arenas, que AJE y Bioga también le pusieron medallas al proyecto que coloca al servicio de medicina nuclear del CHUS como un ejemplo de superación tecnológica.
Bautizado con el nombre de IQ-Brain, su invento cogió forma por el acuerdo de transferencia que firmaron con la Fundación Ramón Rodríguez y que les permitió caminar sobre seguro con los derechos de comercialización en exclusiva. Su producto tiene seis nombres propios, el de empresarios y miembros de la fundación, y el de los dos investigadores, Pablo Aguiar y Jesús Silva. La clave del éxito está, según Pedro, en el potencial y la ayuda para la diagnosis de enfermedades neurológicas, “que son muy complicadas de ver porque el cerebro está muy protegido y es muy delicado”.
Hasta ahora, los especialistas ponían sobre la lámpara dos radiografías. En una, la resonancia magnética, el médico observaba el retrato robot de cada cerebro. Con el PET, cómo funcionaba: “Miraban una y otra y sacaban conclusiones, pero como en todos los procesos donde interviene el hombre, el éxito depende de la experiencia médica”. Qubiotech actuó en ese punto para fusionar las dos pruebas y semiautomatizar lo que antes hacía el doctor: “El software autocalcula índices con valor para el clínico, que llegan al origen y la causa del mal”.
Esto se traduce en una mejora de tiempos y de precisión. Pedro pone como ejemplo una epilepsia, que tiene un núcleo que muchas veces es necesario extirpar: “Focalizarlo al máximo nivel evita dañar otras zonas sanas”.
El avance permite que los médicos decidan con mayor rigor, dice Arenas. Lo que nació como un spin-off del grupo de investigación del CHUS supone en la actualidad un adelanto con mayúsculas, que tratarán de exportar al resto de centros nacionales e internacionales. Cuenta Pedro que están creando una plataforma en la nube para escalar el producto. En año y medio, más de 400 pacientes han disfrutado de sus ventajas y el hecho de haber sido seleccionados por Bayer junto a otras tres iniciativas catalanas por su innovación hace pensar que el recorrido de la criatura será veloz. Siempre a beneficio del enfermo.