A punto de ser presentada su sexta biografía, “Gerardo Fernández Albor. La elegancia del compromiso” (Enrique Beotas, sello Quindici Editores), el primer presidente electo de la Xunta confiesa asegura que no le cogió por sorpresa el triunfo de Alberto Núñez Feijóo que amplió su mayoría de 38 a 41 escaños. “El mejor crítico para una persona es su mayordomo, y yo, como estaba al lado de Feijóo –cuando era conselleiro en el Gobierno de Manuel Fraga– me di cuenta de que era una joya”, desvela.
Asegura que no es lo mismo “ganar” que “merecer” el triunfo, porque “un premio te lo pueden dar, pero merecerlo ya es otra cosa, y él lo merecía”.
mejor que en alemania
Fernández Albor está convencido de que si el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, cuando gobernaba España, hubiese adoptado las mismas medidas de austeridad que Núñez Feijóo en su primer mandato, “hoy no tendríamos crisis alguna en España, parece una broma, pero estaríamos mejor que Alemania”.
El expresidente de la Xunta considera que si Zapatero hubiera imitado a su sucesor no existiría la crisis
El expresidente gallego asegura que tampoco le sorprendió el desplome del Bloque en los pasados comicios, al caer de 12 diputados a 7, y la llegada al Parlamento autonómico, con 9 actas, de la coalición Alternativa Galega de Esquerda (AGE) con el histórico nacionalista Xosé Manuel Beiras, de 76 años, no ha sorprendido a Albor.
“Beiras es culto, aunque exagerado a veces en las expresiones, es un hombre que habla muy bien, tiene fuerza”, subraya, y concurría a esta convocatoria con una alianza entre su organización, Anova, surgida tras el abandono del BNG, y Esquerda Unida-Izquierda Unida.
“Entre su capacidad y un partido realizado (IU) no me sorprendió nada”.
curiosidad política
A cinco años para el siglo de vida, este médico –su vocación por esta disciplina y por la política se remonta a los 14 años, y ambas surgieron a la vez– ve con preocupación como en su época había una curiosidad política que no nota ahora.
“Uno ve muchos de esos indignados, enfadados, pero la mayoría pasan de la política, hablan poco de política y leen poco. Yo creo que es malo, porque es necesaria”, apostilla, y añade que “la libertad la tiene que ganar uno todos los días, y si uno no se preocupa, al final caes en manos de un dictador que decide qué vas a hacer tú toda tu vida”.
Por ello recomienda estudiar, luchar, y participar directamente o tomar decisiones “con el voto, no abstenerse y no preocuparse, porque así se corre peligro”.
responsabilidad
Su implicación activa vino por una petición expresa de su amigo Ramón Piñeiro, que quería que el galleguismo llegase a todos los partidos. “Fue un poco por obediencia, y un poco por responsabilidad, el galleguismo tenía que pasar de ser la teoría de un partido político a ser la de todos, no es una ideología política, es una responsabilidad”.
Su vida cambió, de médico a “político tardío”, “pero las dos cosas son importantes”, detalla, “es más, un famoso médico decía que la medicina era una ciencia social, y la política no era más que medicina en gran escala, y, en efecto, algo de eso era cierto”.
como un chaval
“Con 95 años sigo en la actividad como si tuviese 40 o 50, o fuese un chaval”, relata. Que encabezase Alternativa Popular se fraguó el último día en que se cerraban las listas, “la vida es una cosa extraña, a veces los acontecimientos se dan de esta manera y no sabes por qué”, y su primer aplauso “político” lo escuchó cuando dio el “sí”.
“Me pusieron en el número uno de la lista por A Coruña, y recibí el primer aplauso político que no había oído nunca. No esperaba que fuésemos a ganar”, recuerda con nostalgia el veterano político. n